El presidente de la Generalitat defiende que el pacto que su antecesor firmó con el PSC sigue vigente y pone en duda el cumplimiento del pacto con los anticapitalistas. Las frágiles relaciones entre Junts pel Sí y la CUP podrían volver a saltar por los aires a cuenta del proyecto conocido como ‘Eurovegas catalán’. El presidente, Carles Puigdemont, ha afirmado que en contra de lo que recogía el pacto con los anticapitalistas que permitió su investidura, “ni mucho menos es un proyecto muerto”.
Puigdemont ha respondido así a una pregunta del líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, con los que el anterior gobierno de CiU había pactado el desarrollo de BCN World, como en realidad se llama el macro proyecto de ocio y casinos. Esta afirmación ha tenido lugar en el marco de la habitual sesión de control del Parlamento regional al Gobierno de la Generalitat.
El interés de Iceta ha ido más allá de los múltiples retrasos que acumula el proyecto sobre el calendario de ejecución planteado inicialmente, pues Junts pel Sí había ofrecido la paralización definitiva del mismo para intentar salvar la cabeza de su candidato inicial a la presidencia: Artur Mas. El mismo que había forjado el acuerdo con el PSC para respaldar la iniciativa BCN World.
A pesar de que tanto desde la candidatura secesionista como desde la bancada anticapitalista se daba por aparcado el proyecto, el actual presidente ha insistido este miércoles en la “defensa nítida” del mismo “y más ante el apoyo del territorio”, en alusión a las recientes peticiones de una agrupación de pymes catalanas. Sin embargo, el antiguo alcalde de Gerona ha explicado que antes de proceder a ninguna actuación se procederá a “analizar la fase en que se encuentra”.
Hoy por hoy, el proyecto se limita a acuerdos con compañías hoteleras y de ocio para la explotación de unas instalaciones que únicamente figuran en planos y maquetas hasta la fecha. En los terrenos de la localidad tarraconense de Salou en los que se iba a levantar han comenzado ya las obras del parque temático de Ferrari, cuya apertura se prevé para la primavera del año próximo.
Sin embargo, ni rastro de avances en un complejo que la Generalitat se apresuró a presentar de la mano de CaixaBank -propietaria del suelo- y el empresario Enrique Bañuelos -que ya ha abandonado- en los tiempos en los que el magnate Sheldon Adelson se planteaba la construcción de Eurovegas en la Comunidad de Madrid. Proyecto que, en este caso sí, ha quedado enterrado sin miras a retomarse.
