El titular de Educación asegura que ha venido a «escuchar» y «ser flexible», y que los presupuesto muestran “que hay voluntad de devolver a la sociedad lo que nos ha dado”. “Sería presuntuoso si dijera que estoy en condiciones de hacer algo; tengo el tiempo que tengo”, valora el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, sobre la posibilidad de buscar un modelo estable a la ley educativa en España. Añade que los acuerdos son necesarios para alcanzar el “pacto que la gente reclama y que habrá que hacer en la siguiente legislatura”.
En una entrevista en Mundo, el titular de Educación, Cultura y Deporte asegura que la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) estará implantada en todas las comunidades y en que “este curso se iniciará con tranquilidad”. Admite que algunas corporaciones autonómicas “acaban de llegar”, pero que ha habido un cambio de opinión de muchas de ellas porque el ministro “vino a escuchar, a ser flexible, dentro de la ley”. “Las comunidades han percibido que había voluntad de resolver las dudas que pudiera plantear la aplicación”.
Méndez de Vigo sostiene que el recorte en las ayudas para la escolarización en castellano en centros privados ha sido que “la cantidad prevista en 2015 no se ha cubierto y la hemos bajado”. Asegura además que esta bajada presupuestaria se ha pactado con “lealtad institucional” con la consellera catalana Irene Rigau: “Ella me ha asegurado que la ley se cumple en Cataluña; yo le he dicho: Cuando un padre entienda que no se está cumpliendo, aplicaré la ley”. Evita la polémica respecto a su precedesor, José Ignacio Wert: “no puedo hacerme responsable de lo que pasaba antes de llegar aquí”.
En cuanto a las becas, el ministro asegura que “el esfuerzo que hemos hecho en becas es enormemente importante”. Considera que los presupuestos para 2016 demuestran “que hay voluntad de devolver a la sociedad lo que nos ha dado” y afirma que “comparar con otros momentos que pasaron no es una buena idea”.
Una de las grandes apuestas propias del nuevo ministro de Educación es “poner en valor la FP” como modo de evitar “la masificación” de la universidad española. “Explicable, por otro lado, por la voluntad de tener un título universitario. Eso es un derecho que tiene cualquier persona, pero, al final, no sé si es bueno”. Respecto al bajo atractivo de la FP, asume que “no hemos sabido ponerla en valor. Los consejeros dicen que se ha interpretado como una manera de acoger a aquellos alumnos díscolos o que no querían estudiar. Si esa ha sido la percepción, tenemos que cambiarla”.
“El sistema español de combinación de pública y concertada es bueno. Me parece que favorece la libertad y que es el correcto”, opina Méndez de Vigo, que afirma que su hija asiste a un colegio alemán. Para el nuevo titular, lo imprescindible son los idiomas y atender a la “revolución tecnológica” actual, dentro del ámbito educativo.
