El líder de Ciudadanos presume de que comienzan a verse “los frutos de nuestras condiciones” contra la corrupción. El pacto para que Cifuentes sea presidenta aún no está asegurado. Las dimisiones de Salvador Victoria y Lucía Figar son un éxito de Ciudadanos. Así lo ha defendido este jueves el líder de la formación naranja, Albert Rivera, que ha considerado la retirada de los dos exconsejeros madrileños como “fruto” de las condiciones contra la corrupción, punto de partida para pactos como el que podría llevar a la popular Cristina Cifuentes a la presidencia de la Comunidad de Madrid.
Rivera ha destacado que el saneamiento en las filas del PP madrileño salpicadas por casos de corrupción como este de la Operación Púnica ha llegado “no porque les guste, sino porque si no, no se gobierna”. En este sentido ha llegado a situarse como abanderado del “cambio político” que en su opinión ha sido capaz de imponer simplemente con condiciones, “sin gritar” y “sin dar lecciones”. Muchos simpatizantes de Ciudadanos elogiaban la retirada de los dos exconsejeros y atribuían al código ético de su partido el nuevo panorama en las filas populares.
El mismo Luis Garicano que hace unos días había salido en defensa de Figar se ha hecho eco en las redes sociales de un mensaje que apuntaba: “Pues mira, ha sido llegar Ciudadanos a Madrid y ya empiezan las dimisiones de los imputados. Gran trabajo”. Por su parte, el secretario de Comunicación del partido, Fernando de Páramo, ha señalado en su cuenta personal en Twitter: “La verdadera oposición consiste en limpiar los partidos, dialogar y exigir no en hacer bandos, insultar o cambiar cromos”.
En torno a este último punto, es de destacar que tanto el exconsejero de Presidencia y Justicia como la dimitida consejera de Educación, Juventud y Deportes se han referido directamente a que con su retirada buscan favorecer el pacto entre PP y Ciudadanos. Y es que, la cabeza de lista de los populares para la Asamblea de Madrid, Cristina Cifuentes, necesita del voto afirmativo de los 17 diputados de Rivera para asegurarse el acceso a la presidencia regional frente a un hipotético voto negativo en bloque del resto de partidos que han conseguido representación: PSOE y Podemos.
El líder de Ciudadanos ha destacado que en cualquier caso, el paso previo a la negociación formal es la asunción de las normas anticorrupción de su partido, porque de momento el voto para el PP de Madrid sería un no. Además, ha añadido que sus sospechas van más allá de la cabeza de lista al señalar que “no es que desconfíe particularmente de Cifuentes como persona, el problema es que está al frente de una lista que no ha hecho ella y que no preside el PP de Madrid”, en alusión clara al poder de Génova y Esperanza Aguirre.
Críticas en Podemos y PSOE
Menos entusiastas han sido el resto de partidos que han conseguido representación en la Asamblea de Madrid. Desde el PSOE han calificado las dimisiones de “oportunistas” para intentar salvar la histórica presidencia del PP en la región. Mientras tanto, desde Podemos han apostado a que pronto habrá nuevos imputados en las listas de Cifuentes, señalando a la corrupción como un mal endémico de los populares madrileños debido a los “tentáculos muy grandes” de los miembros de la Púnica.
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