La actual alcaldesa ha prometido hacer todo lo posible por evitar el caos de basuras en plena campaña electoral. Si no lo consigue, la heredera Aguirre podría ser la gran perjudicada. Los trabajadores del servicio de basuras del Ayuntamiento de Madrid vuelven a la huelga. Los basureros han aprobado por aplastante mayoría dejar de vaciar los contenedores a partir del próximo 11 de mayo, a solo 13 días de que los madrileños tengan que escoger en las urnas a su nuevo alcalde y presidente regional.
La huelga ha sido aprobada en sendas votaciones celebradas a lo largo de la jornada de este miércoles, según fuentes próximas a FCC y ACS, compañías concesionarias de este servicio ciudadano a través de algunas de sus marcas filiales. El objetivo de esta nueva convocatoria de paros laborales es forzar el desbloqueo de las conversaciones del convenio colectivo del sector, encalladas desde hace meses.
De los cerca de 1.500 trabajadores encargados de los contenedores de tapa naranja y amarillos, tan solo uno de ellos se ha abstenido en la reunión del turno de tarde, según estas mismas fuentes. La fecha escogida para comenzar la huelga será solo unos días después de que se haya iniciado la campaña electoral de cara a los comicios del próximo 24 de mayo, con lo que sus reclamaciones prometen ocupar buena parte de la atención de los candidatos.
Entre las exigencias de los basureros, la principal es que exista un convenio único y condiciones homogéneas para todos los trabajadores que se encargan tanto de los residuos orgánicos como de los no orgánicos. Sin embargo, según la actual alcaldesa Ana Botella, no existen “hechos objetivos” que justifiquen esta nueva convocatoria de huelga y ha prometido que hará “lo que tenga que hacer” para salvar el servicio de recogida de basuras.
Fuentes del sector aseguran que esta nueva batería de protestas busca ganarse la atención de los candidatos para cerrar un acuerdo antes de las elecciones, de forma que durante la próxima legislatura su situación laboral esté más resuelta y claramente definida. Desde el pasado mes de noviembre, cuando FCC perdió a favor de ACS la recogida de basuras de 14 distritos de la periferia de Madrid manteniendo en cartera la concesión para siete distritos del centro, han sido varias ya las huelgas y protestas acontecidas.
En este sentido, el sindicato UGT llegó a convocar a finales del año pasado una huelga indefinida en la recogida de residuos no orgánicos en Madrid a partir del 3 de enero que finalmente no se produjo. Las exigencias, como ahora, eran la definición de un único convenio colectivo tras la adjudicación del nuevo contrato de basuras a la unión temporal de empresas formada por Cespa (Ferrovial) y Urbaser (ACS).
