La asociación de afectados y su abogado desvelan las presuntas ‘maldades’ que cometió la EMVS en la operación. La presidenta de la asociación de afectados por la venta de la vivienda pública de la EMVS, Arantxa Mejías, y el abogado de este colectivo José Mariano Benitez de Lugo, han explicado a la opinión pública los ‘puntos oscuros’ que consideran hubo en la venta de 1.860 viviendas del 1.860 pisos de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo a un ‘fondo buitre’ que aprobó el Ayuntamiento de Madrid, en manos de Ana Botella, en 2013.
Dichas ‘anomalías’ sustentan la querella que presentaron en julio contra el consejero delegado de la EMVS y el representante del fondo Fidere, por malversación de caudales públicos, fraude y prevaricación, entre otros delitos, cuyo sobreseimiento han recurrido ahora ante la Audiencia Provincial.
El abogado de la asociación denuncia que la venta no se hizo a la mejor oferta y recalca que adjudicación de las 1.850 viviendas fue hecha por la EMVS al fondo Magic Real Estate Blackstone, aunque la adquisición fue hecha por Fidere. Sumando a los supuestos puntos oscuros de esta transacción el hecho de que “intervinieran comisionistas que se llevan dos millones de euros”.
Añade el letrado que también se vendieron a Fidere unas 50 plazas de garaje y unos 25 locales que no estaban previstos, “lo que se hizo sin oferta pública” y añade a las supuestas irregularidades el hecho de que Fidere no cumpliera en el momento de la adjudicación las condiciones necesarias para ser una SOCIMI (Sociedad Anónima Cotizada de Inversión Inmobiliaria) ya que “tenía un capital de 3.000 euros frente a los cinco millones que se exige a este tipo de sociedades”, explicó el letrado
Benitez de Lugo recuerda, además, que a su juicio se ha cometido un delito de malversación debido a que “se han vendido las viviendas a menor precio del que figuraba en el balance” y subraya que el fondo adquirió cada piso a un precio de entre 65.000 y 70.000 euros.
Condiciones leoninas
El abogado además asegura que la principal “maldad” de la transacción es que la empresa municipal vende en 2013 sabiendo que la mayoría de los contratos de alquiler vencían en 2014, es decir “sabiendo que enseguida muchos inquilinos se iban a ver con el hacha levantada del desahucio salvo que aceptaran las condiciones leoninas de Fidere”.
Por su parte, la presidenta de la asociación de afectados critica que a los inquilinos “se nos dijo que a los diez años tendríamos opción a compra nuestra casa y ahora al estar en manos de un fondo buitre no tenemos esa opción” y se queja de la EMVS vendió al ‘fondo buitre’ las viviendas a un precio promedio de 65.000 euros cada una “que es un precio al que los vecinos -que no recibieron ninguna oferta, hubiéramos podido comprar”.
”Fondos hiena”
Muy indignada, Mejias dice que a esos fondos los llamaría “fondos hiena, ya que se comen la carroña y se ríen de los inquilinos” y deja claro que “nadie pide que se le regale una vivienda, pero alerta que no se han negociado alquileres sociales y que se está llegando a proceso de desahucio”.
Por ello, la presidenta de este colectivo de familias perjudicadas , que llevan un año movilizándose, pide el apoyo de “plataformas ciudadanas y partidos políticos” contra lo que califica de “barbarie social” y, especialmente, reclama colaboración para el asesoramiento de los vecinos en riesgo de desahucio.
Además, anuncian nuevas movilizaciones en la calle para exigir sus derechos. “Ya nos hemos desnudado para un calendario y si nos tenemos que desnudar ante el pleno del Ayuntamiento de Madrid esperaremos a que sea verano para no pasar frio”, dice con ironía Arantxa Mejías.
