La médico de familia de Teresa Romero se querella contra ella por “injurias y calumnias”

ÉBOLA

La médico de familia de Teresa Romero se querella contra ella por “injurias y calumnias”

Teresa Romero, auxiliar de enfermería curada de ébola

La auxiliar de enfermería aseguró haber informado a su doctora de que había estado en contacto con enfermos de ébola. Continúa el enfrentamiento entre médicos y enfermeras por las declaraciones de Teresa Romero respecto a los días previos a su ingreso en el hospital tras haberse contagiado de ébola. La médico de familia que le atendió en un centro de salud de Alcorcón cuando comenzó a tener los primeros síntomas ha anunciado “una demanda de conciliación previa a la querella por injurias y calumnias” contra la auxiliar de enfermería, según recoge Efe.

La demanda responde a las declaraciones de Teresa Romero en las que aseguraba que había informado a su doctora de que había estado en contagio con enfermos de ébola, pese a lo cual le habría recetado simplemente paracetamol. En un comunicado remitido a Efe, la doctora explica que Teresa Romero no la informó “en modo alguno” durante la consulta “de haber tenido contacto con personas diagnosticadas de ébola”.

La querella supone un capítulo más en el enfrentamiento entre médicos y enfermeras a cuenta de la versión de Romero para justificar que tardara tanto en ingresar en el hospital a pesar de haber tenido síntomas.

A finales del mes de octubre, el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid (Icomem) y la Asociación de Médicos y Titulados Superiores (Amyts) emitían sendos comunicados en los que, pese a alegrarse de la recuperación de la auxiliar, cargaban duramente contra la auxiliar de enfermería por lo dicho sobre la médico que la atendió en el ambulatorio.

Ambas organizaciones defendían la “correcta” actuación de la médico de familia e insistían en que en ningún momento se le dijo que Romero hubiese estado en contacto con pacientes enfermos de ébola.

El Icomem pidió “cordura y sensatez” a la auxiliar para evitar en un futuro nuevas declaraciones que impliquen “imputaciones infundadas, graves e injustas”, mientras que Amyts esperaba que las palabras de Romero quedaran como una simple “anécdota” propia de la situación clínica en la que se encontraba. Asimismo, pedían una rectificación por hacer lo mismo que hizo el consejero madrileño Javier Rodríguez con ella: poner en duda el trabajo de una profesional.

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