Cayo Lara adelanta que su formación volverá a pedir la comparecencia de Mariano Rajoy en el Parlamento para dar cuenta de los últimos casos de corrupción. El coordinador federal de IU, Cayo Lara, ha anunciado este lunes que su formación volverá a pedir la comparecencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Parlamento para dar cuentas de los numerosos casos de corrupción descubiertos durante las últimas semanas y muchos de los cuales afectan al Partido Popular, como el supuesto pago en dinero de las obras de remodelación de su sede. «Parece que el PP va a tener que trasladar su sede desde la calle Génova a la Audiencia Nacional», ha ironizado, en declaraciones que recoge Europa Press.
Hoy además se suma la operación por la que han sido detenidas 51 personas, entre ellas el exsecretario general del PP de Madrid Francisco Granados. Pero también ha aludido a la imputación del exministro y exsecretario general ‘popular Ángel Acebes, del exalcalde de Toledo José Manuel Molina o a la nueva cuenta del extesorero del partido Luis Bárcenas descubierta en Bahamas.
«Igual que tuvo una contabilidad B, van a tener que abrir una sede B en la Audiencia Nacional», ha insistido el líder de IU exigiendo a Rajoy que «no vuelva la espalda a la realidad» y comparezca en sede parlamentaria. Sobre todo teniendo en cuenta las «pobres» palabras sobre corrupción pronunciadas por Rajoy este domingo en Murcia, cuando se refirió a «unas pocas cosas» que «no representan a España».
Además de las medidas contra la corrupción que adopten las formaciones políticas, ha defendido que la respuesta de los ciudadanos debe ser dejar de votarlos. «Que no les voten, no vale lamentarnos y después ir a la abstención o volver a votarlos», ha sostenido en referencia a lo considera «un cáncer» para la democracia.
Además, ha aludido al pacto contra la corrupción que impulsan el PP y el Gobierno y ha pedido al PSOE que clarifique su postura. «Hay que aclararse, o se está a por setas o se está a por Rolex», ha pedido exigiendo que no haya ningún pacto de silencio ni «ley de punto final» porque el país «se merece la verdad y sanear todas las alcantarillas de la corrupción».
