Los camareros despedidos por el Grupo Cantoblanco tras el cierre de la cafetería de la Asamblea temen que se les sustituya definitivamente por máquinas expendedoras. Los extrabajadores de la cafetería de la Asamblea de Madrid que trabajaban para el Grupo Cantoblanco -propiedad del presidente de la patronal madrileña Ceim, Arturo Fernández– han vuelto a concentrarse hoy ante la sede de la cámara regional para protestar contra el cierre de este servicio y para reclamar la recuperación de sus puestos de trabajo, coincidiendo con la segunda jornada del Debate de estado de la Región.
Con pitos y bocinas, los exempleados de la cafetería, en su mayoría mujeres según Europa Press, han acusado a la Asamblea de Madrid de “mirar para otro lado”, “no hacer sus deberes” y apartarlas, pues explican, en palabras de la secretaria de Hostelería de CCOO Madrid, Fabiola Guerra, que los trabajadores iban a ser «subrogados sin problemas” y, sin embargo, ahora hay 16 personas “en la calle”.
“La Asamblea era conocedora desde junio de lo que iba a pasar con los trabajadores”, ha indicado Guerra, que ha acusado al Parlamento de “despreocuparse del asunto” y de ser “un cliente oportunista más” que está “mirando para otro lado” cuando la empresa de Arturo Fernández ha decidido que no puede seguir con la gestión de la cafetería por su “mala situación económica”.
A juicio de Guerra, se trata de una “maniobra política” que, con un discurso “populista”, terminará en que «se dirá que hay que quitar privilegios a los diputados y se prescinde de la restauración”. “Nos han sustituido por máquinas, no hay derecho», ha concluido la portavoz de CCOO.
Las manifestantes, además, han destacado su agradecimiento a los grupos del PSOE y de IU por el apoyo que están recibiendo.
Y es que el portavoz de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid, Gregorio Gordo, calificaba ayer de “auténtica vergüenza” que se hayan instalado máquinas expendedoras de comida y bebida para sustituir el servicio de cafetería y restaurante que gestionaba el Grupo Cantoblanco en el Parlamento autonómico, según informaba el partido en un comunicado.
La decisión de instalar las máquinas expendedoras ha partido del presidente de la Asamblea de Madrid, José Ignacio Echeverría, como medida provisional, ya que la cafetería ha permanecido cerrada desde el pasado 7 de agosto, cuando venció el contrato con el Grupo Cantoblanco, propiedad del presidente de la patronal madrileña CEIM, Arturo Fernández, han detallado desde IU.
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