La acreditación de la prensa para la ceremonia de proclamación de Felipe VI se ha convertido en un auténtico caos. La Secretaría de Estado de Comunicación achaca todo a problemas técnicos. El futuro monarca Felipe VI ha recibido un regalo envenenado de parte del Gobierno: los ánimos caldeados de la prensa acreditada para su ceremonia de proclamación en el Congreso. La Secretaría de Estado de Comunicación, responsable del registro de los medios asistentes al acto, ha convertido en un caos las horas previas al histórico evento.
Acreditaciones que no llegan, colas interminables, falta de claridad en las indicaciones… Todo a causa de problemas técnicos informáticos, según la Secretaría de Estado que dirige Carmen Martínez Castro. Esta ha sido la escueta explicación que los responsables del proceso han brindado a los periodistas que habiendo solicitado su acreditación a comienzos de semana e incluso antes ven cómo sus pases siguen sin estar listos y ni siquiera se les informa con claridad del procedimiento a seguir para recogerlos.
Entre los medios que cerca de las 21:00 horas del miércoles 18 de junio aún no habían recibido todos los documentos necesarios para realizar su labor informativa se encontraban varios internacionales, entre los que contaban algunos miembros del equipo desplazado por la pública italiana RAI. Las quejas de los periodistas y reporteros gráficos extranjeros apuntaban también al desembolso realizado por el desplazamiento que ahora corre el riesgo de no cumplir su primer y único objetivo: poder cubrir la proclamación como Rey de España del todavía hoy príncipe Felipe.
Algunos periodistas, según ha tenido conocimiento este portal, ni siquiera habían recibido indicaciones sobre cómo recoger sus acreditaciones y se han enterado por colegas de profesión de que el centro de operaciones se trasladaba al Senado. De hecho, en muchos casos, las informaciones eran contradictorias y se ha remitido a los profesionales de los medios a distintos puntos del centro de Madrid sin obtener una respuesta definitiva sobre el caos que se ha generado.
Por si hubiera sido poco, los empleados de la Secretaría de Comunicación informaban de que a las 22:00 horas se cerraría el centro de acreditaciones y se animaba a los profesionales que aún no hubieran recibido sus pases a volver a intentarlo en la misma mañana de la proclamación real a partir de las 7:00 horas. Si bien las credenciales de acceso al Congreso parecen haberse tramitado con normalidad, los problemas se encuentran a la hora de conseguir el pase de calle para acceder a distintos puntos reservados a periodistas y reporteros gráficos en las inmediaciones de la Cámara Baja y en otros puntos de la capital española.
Más de 12 horas después de que el centro de prensa abriese sus puertas, todavía se no habían terminado de imprimir todas las acreditaciones de este segundo tipo. La autentificación necesaria para su obtención hacía más engorrosa su consecución en los casos en que todo rastro de solicitud se había perdido debido a los problemas informáticos que se alegaban. No obstante, fuentes de la organización explicaban a Europa Press que la realidad era que “no dan abasto”.
