El personal shopper inmobiliario: casa a la carta aunque no seas millonario

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El personal shopper inmobiliario: casa a la carta aunque no seas millonario

Edificio de viviendas

Los asistentes personales dejan de ser un lujo sólo al alcance de las grandes fortunas y ganan peso entre particulares a los que buscan piso por encargo. El comprador de vivienda tiene un nuevo aliado: el personal shopper inmobiliario, una nueva figura importada del mercado anglosajón que día a día gana terreno en nuestro país.

¿Pero es qué es un personal shopper inmobiliario? Ernesto Pérez Olivera, director general de Indivisa Personal Shopper Inmobiliario, explica que el personal shopper (asistente de compras personal) es un concepto que nació vinculado al mundo de la moda pero que adaptado al sector inmobiliario podría definirse como un “agente del comprador, ya que representa los intereses de la persona que quiere adquirir un inmueble, y no del que lo vende, por cuyo encargo busca un producto a medida de sus deseos entre el 100% del producto nuevo y usado disponible en el mercado”.

“No tenemos stock de vivienda como puede tener una agencia inmobiliaria y trabajamos por encargo del cliente a cuyas necesidades nos plegamos completamente”, afirma este directivo, que aclara que este concepto evita que haya conflicto de intereses. “Una agencia trata de encajar su stock mientras que nosotros, por poner un ejemplo, si un cliente nos dice que no está interesado en adquirir bajos o primeros no le vamos a decir nunca “tenemos un primero precioso que debería ver”, aclara Pérez Olivera.

El representante de Indivisa Personal Shopper Inmobiliario explica en que el concepto nació en EEUU, Reino Unido y Australia, remarcando que en este último país en 40% de las operaciones las realizan ya estos agentes del comprador, un nicho de mercado que se está cubriendo paulatinamente en nuestro país de la mano de la más de una decena de estas empresas que están funcionando en Madrid y Barcelona.

Y ¿qué es lo que hacen estos nuevos profesionales? El director general de Indivisa detalla paso a paso cuál es su forma de trabajar. “Primero, nos reunimos con el comprador, vemos las características de la vivienda que quiere (presupuesto, zona, calidades y características, etc) y empezamos la búsqueda entre el cien por cien del producto nuevo y usado disponible en el mercado para encontrar el que más se ajusta a los deseos del cliente”.

”Después -continúa explicando el representante de esta compañía de personal shopper inmobiliario- visitamos todos los inmuebles que cumplen los requisitos y elaboramos un informe de cada uno de ellos que se envía por correo electrónico, informes en los que se incluyen fotografías y en los que analizamos los pros y los contras que vemos en cada vivienda seleccionada”.

El siguiente paso es hacer una segunda visita con el cliente a los inmuebles de la lista que ha seleccionado para que él los vea personalmente. “Un rastreo del mercado para el que no hay un límite de tiempo, por lo que si al cliente no le gusta ninguno de los inmuebles que hemos seleccionado para él, seguimos con la búsqueda hasta que el comprador nos diga que paremos”, aunque explica que el contrato se suele firmar por un periodo de seis meses, ya que se considera que es un plazo suficiente para cumplir el encargo.

Entre las ventajas que dicen tener este tipo de asesores personales figura en primer lugar el ahorro de tiempo ya que se evitan las visitas inútiles y pero también destacan su colaboración con el cliente en la negociación de los precios. “Somos como el abogado defensor del comprador –sostiene Pérez Olivera-, ya que conocemos el mercado y cómo se hacen los contratos” por lo que presumen de conseguir descuentos de entre el 5% y el 20% respecto al precio de salida del inmueble.

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Además, este tipo de profesionales se encargan de acompañar al cliente en “todos los trámites legales” derivados de una compra, ya que comprueban que no tenga vicios ocultos, cargas y ofrecen al comprador asesoramiento legal y técnico, “tanto para la firma del contrato de arras como en la firma de la escritura”, con lo que el comprador no tiene que preocuparse de nada.

Respecto al precio de este servicio inmobiliario personalizado, hay que decir que los personal shopper no cobran si no encuentran el inmueble deseado. “Los honorarios se perciben a éxito, es decir solo cobramos si encontramos lo que el cliente está buscando y un porcentaje del precio del piso, que es variable pero que oscila entre el 1% y el 2%”. Señalando el director general de Indivisa que, como cautela, y para evitar picarescas, al firmar el encargo de compra se especifica que si el cliente compra por su cuenta algunos de los pisos que hemos seleccionado para él tiene que pagar nuestros honorarios.

¿A qué público se dirigen estos profesionales?. En un primer momento, y según señalan desde Indivisa, estos asesores inmobiliarios personales fueron utilizados por grandes fortunas e inversores y también este tipo de empresas han especialmente para extranjeros o españoles residentes fuera de España que debían fijan su residencia en nuestro país por motivos laborales o de estudios y que no estaban en disposición de patearse las ciudades. Pero ahora las cosas están cambiando y comienzan a ser demandados por particulares de clase media. Como muestra de que los servicios de los personal shopper se han popularizado esta empresa hablar de su propia evolución, asegurando que el 90% de sus clientes son particulares españoles “con un presupuesto medio para la adquisición de vivienda que ronda entre 400.000 y 600.000 euros, aunque tienen encargos desde los 100.000 euros”.

Sobre lo que pueden aportar estos nuevos profesionales a un sector inmobiliario en un momento de tibia recuperación opina Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima), quien cree que esta nueva figura que “no deja ser un agente de propiedad de la propiedad inmobiliaria reconvertido durante la crisis” “puede ayudar al cliente a dar una visión general del mercado y a conocer las ventajas e inconvenientes de un producto sobre otro”.

Considera el presidente de Asprima que los personal shopper son una especie de API (agentes de la propiedad inmobiliaria) más personalizados, haciendo notar que la barrera entre unos y otros es “muy sutil”, aunque concluye que “siempre y cuando se haga bien el trabajo, bienvenido sean cualquier nuevo actor del mercado inmobiliario”, dejando claro que Asprima señala que cualquier fórmula es positiva “siempre que vaya en aras de la profesionalización del sector” y concluye: “Alimentar la competencia, al final, es bueno para el mercado”.

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