Ambiciosa Renovación Antes de que los SUV a todo camino se pusieran tan de moda, Suzuki ya tenía experiencia en el mundo de los todo terreno, y la aprovechó para entrar en ese creciente segmento del mercado, en 2006, de la mano del SX4. La segunda generación, lanzada en 2013, pasó a denominarse SX4 S-Cross. Ahora, cuando esta generación cumple 3 años, ha sido sometida a la preceptiva renovación para actualizarla, dando lugar al Suzuki S-Cross 2016. Una actualización a nivel estético mucho más profunda de la que suele darse en el ecuador de la vida comercial de un modelo a base de pequeños retoques que la mayor parte de las veces pasan desapercibidos. Pero en Suzuki supieron hacerse eco de lo que quiere la típica clientela de un SUV que, además de versatilidad o posición de conducción elevada, demanda por encima de todas las cosas un aspecto de todo terreno.
El morro del SX4 S-Cross presentaba una inclinación bastante acusada, en línea con la de un turismo compacto. Era la altura la que dejaba entrever su condición de SUV. Para satisfacer a esta clientela se ha rediseñado totalmente el frontal, hasta tal extremo que visto de frente, el S-Cross 2016 parece un modelo totalmente nuevo más que una actualización del SX4 S-Cross. El frontal del S-Cross 2016 ahora si tiene un genuino aspecto de todo terreno con esa caída menos pronunciada del capó, una parrilla colocada verticalmente de mayor tamaño e impactante aspecto y nuevos paragolpes y faros; estos últimos pueden ser de led. Con respecto a la parte trasera lo más significativo es la incorporación de unas vistosas ópticas de led. En el interior también hay algunos cambios que se centran en las tapicerías, el nuevo diseño del cuadro de instrumentos y el marco del panel central del salpicadero en negro piano. Asimismo estrena cuatro novedosos colores para la carrocería. Mecánicamente se introducen algunas mejoras en la dirección y en la suspensión.
Con una longitud de 4,30 m, el S-Cross se inscribe en el segmento de los SUV compactos, donde militan una buena legión de rivales como, el Seat Ateca, Peugeot 4008, Mitsubishi ASX, Fiat 500X o Nissan Qashqai, por poner unos ejemplos. De aspecto robusto y elegante, cuenta con una altura libre al suelo (18 cm) que le permite circular por caminos en mal estado. Sin embargo, el mejor aliado para la conducción fuera del asfalto e incluso para pavimentos deslizantes es, el sistema de tracción total que incorporan algunas de las versiones que componen la gama. Este sistema de tracción total a tiempo parcial incluye cuatro programas: Auto, Sport, Snow y Lock. En Auto prima la tracción al eje delantero, sólo cuando se producen pérdidas de adherencia un embrague multidisco envía automáticamente par al eje trasero. El programa Sport es el adecuado para circular rápido por zonas sinuosas, mientras el Snow adecua el sistema para transitar por terrenos extremadamente resbaladizos, como los nevados. Por último, en Lock hay un reparto fijo del 50 por ciento de par en cada eje para sortear obstáculos complicados.
En lo relativo a los motores, aparecen dos importantes novedades en gasolina de la mano del 1.0 Boosterjet (111 CV) de 3 cilindros en línea con 1 litros de cilindrada y del 1.4 Boosterjet (140 CV) de 4 cilindros en línea con 1,4 litros de cilindrada. Ambos incorporan sobrealimentación por turbocompresor, sustituyendo con ventaja tanto por rendimiento como por consumo y emisiones al anterior propulsor de gasolina 1.6 (120 CV) atmosférico. Asimismo los dos montan cambios manuales, en el 1.0 de 5 velocidades, mientras en el 1.4 es de 6 relaciones, pero este último puede equipar un cambio automático de 6 velocidades. Con respecto al diésel no hay cambios, el conocido 1.6 DDiS (120 CV) sigue estando disponible acoplado a un cambio manual de 6 velocidades. Como novedad puede acoger opcionalmente un interesante cambio automático de doble embrague (TCSS) con 6 relaciones.
La gama para el mercado español contempla diez versiones, fruto de combinar los tres motores con tres niveles de acabado: GL, GLE y GLX, sin olvidar que también entran en la combinación la posibilidad de elegir entre la tracción delantera (2WD) o la tracción a las cuatro ruedas (4WD) así como los mencionados cambios automáticos. Apuntar que la tracción integral tiene un sobrecoste de 1.800 euros. Para las versiones dotadas con el propulsor 1.0 sólo está disponible la tracción delantera y los niveles de acabado GL y GLE. Las versiones que montan el motor 1.4 sólo se ofertan con el acabado superior (GLX), pudiéndose elegir entre tracción delantera o total. Por último, el diésel 1.6 DDiS puede combinarse con los dos tipos de tracción y con los niveles de acabado GLE y GLX. Los precios, descontados los 2.300 euros de la campaña, oscilan entre 16.935 y 26.685 euros. Sobre estas cantidades cabe restar otros 1.500 euros adicionales si se financia con la marca. Son unos precios muy competitivos a los que se une una garantía de cinco años.
