Centro de pruebas de Opel cumple 50 años y apuesta al futuro autónomo

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Centro de pruebas de Opel cumple 50 años y apuesta al futuro autónomo

Centro de pruebas de Opel

El «campo de prueba» abrió sus puertas el 10 de septiembre de 1966 y entretanto se ha convertido esencial para el departamento de desarrollo de Opel. El director del Centro de Pruebas de Opel, Matthias Schollmaier, apuesta a un futuro de coches sin conductor, pero asegura que siempre se necesitará el factor humano. «Los probaremos aquí, pero no podremos prescindir de las personas». Al igual que otros fabricantes de automóviles, la marca alemana realiza un enorme esfuerzo para dejar a punto sus nuevos modelos antes de lanzarlos al mercado. Y esto sucede generalmente en el centro de Rodgau-Dudendofen, que acaba de celebrar su 50 aniversario.
 
El «campo de prueba» abrió sus puertas el 10 de septiembre de 1966 y entretanto se ha convertido esencial para el departamento de desarrollo de Opel. Aquí, los ingenieros deben confrontar sus innovaciones con la realidad.
 
La subsidiaria europea de General Motors invirtió casi 30 millones de euros y pondrá a disposición otra cifra millonaria hasta 2020.
 
La conducción autónoma y la movilidad eléctrica ya forman parte de los tests en esta instalación, rigurosamente protegida de curiosos. Como por arte de magia, los coches se desvían ante algún obstáculo que interrumpe su circulación. El Opel Ampera-e, el modelo eléctrico urbano cuyo lanzamiento fue anunciado para el 2017, se está adaptando al mercado europeo. También ruedan sobre las pistas nuevos modelos y prototipos.
 
Muchas pruebas se pueden realizar en la computadora, pero esto no necesariamente hace que el coche sea mejor, señala Schollmaier. En última instancia, el hombre debe juzgar cómo funciona la tecnología y en todo caso mejorarla, agrega.
 
Opel no puede prescindir tampoco en el futuro de este circuito, que además de rectas y curvas tiene baches, adoquines, bancos de agua salada y otros obstáculos destinados a probar la resistencia del vehículo.
 
En tan sólo 24 semanas los coches deben superar una durísima prueba de resistencia. También hay una cámara climática, aunque los autos de prueba de Opel viven su experiencia de invierno extremo sobre todo en Suecia.
 
Siete días a la semana y en tres turnos, unos 150 conductores realizan las pruebas en base a datos computarizados por las diversas «pistas de tortura», que están rodeadas por el bosque de Rodgau, en Dudenhofen, cerca de la ciudad de Fráncfort.
 
A diario, los pilotos suman hasta 40.000 kilómetros, una vuelta completa alrededor de la Tierra. «La mayoría de los conductores son mecánicos. Son los que mejor pueden describir el error», apunta el director del programa Simon Thomas.
 
Al inaugurarse en 1966, Dudenhofen era el centro de pruebas de autos más moderno de Europa. En el circuito se testearon autos como el Opel Kadett, Rekord o Kapitän. Las instalaciones fueron inauguradas tres años antes que las del eterno rival Volkswagen. El centro de pruebas en Ehra-Lessien, a unos 25 kilómetros de Wolfsburgo, está aún más controlado ante la presencia de intrusos e incluso, hasta ahora, la automotriz se negó a celebrar algún aniversario por temor al espionaje industrial.
 
El primer modelo desarrollado completamente en Dudenhofen fue el Opel GT, uno de los primeros vehículos verdaderamente deportivos de la marca, que espera contarse nuevamente entre los principales fabricantes europeos.
 
En los últimos tres años, la automotriz invirtió 28,5 millones de euros, entre otros, para la construcción de una recta de 1,7 kilómetros de longitud con un retorno de varios carriles y curvas en ángulo, que está en uso desde la primavera (boreal).
 
También el circuito ovalado con curvas peraltadas fue renovado en 2012 porque el límite de velocidad permitido debió ser aumentado a 250 kilómetros por hora. La pendiente de la curva sirve para neutralizar las fuerzas laterales.
 
En 1972 se estableció en Dudenhofen «Record Mundial Diesel GT» con 197 kilómetros por hora.
 
Hasta el año 2020 se planea la construcción de nuevas pistas de pruebas para motores y varias extensiones. Además se construirán depósitos, oficinas adicionales, aparcamientos de varios pisos y un nuevo comedor para los empleados.
 
La estación de servicio ya cuenta con 16 tipos diferentes de combustible, de acuerdo a las necesidades de los países en los que se entregan los coches.
 
Está previsto que en el futuro, la longitud total de la pista de pruebas sea de 90 kilómetros, casi tres veces más larga que en los comienzos del Centro de Pruebas de Opel.

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