La guerra abierta en la quebrada Pescanova ya tiene ganador: la familia Carceller. Los dueños de la cervecera Damm se han hecho con el control de la pesquera gallega después de que un 70,8% de los accionistas de la compañía hayan avalado su propuesta de consejo de administración. La del expresidente Sousa no ha llegado ni a votarse en la junta extraordinaria de la gallega.
A pesar del aplastante triunfo de los Carceller, aún no se ha previsto quién asumirá las riendas de Pescanova. El equipo de Damm se reunirá para decidir el nombre del próximo presidente al término de la junta de accionistas que este jueves se celebra en la sede de la compañía en la localidad pontevedresa de Chapela. No obstante, todos los comentarios apuntan a Juan Manuel Urgoiti, expresidente de Banco Gallego y consejero de la gigante Inditex.
En concreto, accionistas titulares de unos 11 millones de acciones de Pescanova han votado a favor de la propuesta de Damm a través de una veintena de representantes, que son los que han alzado su mano a favor de la propuesta en la junta de la compañía. Una vez se ha constatado el mayoritario apoyo a los Carceller, no presentes en la sala, los administradores concursales de Deloitte se han apresurado a recordar que aunque el consejo tenga un papel interlocutor, sus facultades aún están suspendidas por el juez que instruye la quiebra de la cotizada.
Antes incluso de que se votara una propuesta que pasa por la entrada de cuatro consejeros independientes, el exconsejero Alfonso Paz-Andrade, imputado por la Audiencia Nacional, la había tachado de viciada y había mostrado su apoyo al proyecto de Sousa reclamando “nueva sangre” en la cúpula de la compañía. En este sentido, el plan de Manuel Fernández de Sousa habría pasado por colocar en prominentes puestos de la pesquera al expresidente de FCC, Baldomero Falcones, y a Mariano Pérez Claver, expresidente de NH Hoteles y la antigua Sos Cuétara. El primero de ellos, presente incluso en la junta de accionistas.
Los nuevos rostros en la directiva de Pescanova serán, además de Urgoiti, Luis Ángel Sánchez-Merlo, consejero independiente del ‘banco malo’, y Alejandro Legarda, consejero de la también cotizada CAF. El cuarto consejero independiente sería el hasta ahora dominical Yago Méndez. Un equipo que se ha ganado el respaldo del fondo Luxempart, Iberfomento y, por supuesto, del Grupo Damm.
La agitada cita a la que Sousa acudía sin el as en la manga de Elena Espinosa, con la que ayer se especulaba en el mercado, y sin una candidatura propia -pues se había mostrado a favor de la propuesta por el fondo Cartesian y apoyada por los minoritarios agrupados en Pescanem- ha contado con la presencia o representación de un 54,8% del capital de Pescanova. Sin embargo, el expresidente había logrado extender su poder hasta el último minuto, con el efímero nombramiento de José María Pérez-Carasa González-Estrada como presidente de la firma.
Su fugaz nombramiento llegaba en un consejo de administración de urgencia celebrado apenas unos minutos antes del comienzo de la junta de accionistas, que arrancaba con un ligero retraso a eso de las 12:44 horas de Pontevedra. Para su llegada a la presidencia, Pérez-Carasa había contado con el apoyo de Sousa y sus consejeros afines, mayoría en el ya destituido consejo pero minoría, según se ha confirmado después, en el capital de la compañía.
