CaixaBank ‘tira’ de su autocartera para reforzarse ante la OPA por BPI

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CaixaBank ‘tira’ de su autocartera para reforzarse ante la OPA por BPI

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CaixaBank realizará una colocación privada de un 9,9% de su capital entre inversores cualificados. CaixaBank ha puesto a la venta 585 millones de acciones propias, representativas de un 9,9% de su capital social, mediante una colocación privada entre inversores cualificados, según ha comunicado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Al precio del cierre de ayer, este paquete estaría valorado en unos 1.416 millones de euros.
 
Estas acciones fueron en su mayoría adquiridas por CaixaBank a su accionista Criteria Caixa en virtud de la permuta de activos anunciada al mercado en diciembre de 2015. Las entidades colocadoras serán JP Morgan y Morgan Stanley. La entidad ha aclarado que la colocación tiene como finalidad reforzar el ratio de capital regulatorio de CaixaBank a la vista de la oferta pública de adquisición de acciones (OPA) del portugués Banco BPI.
 
Teniendo en cuenta que el vigente Plan Estratégico de CaixaBank establece como objetivo mantener una ratio de CET1 ‘fully loaded’ de entre el 11% y el 12% y que se situaría por debajo del 11% tras la OPA en cualquiera de los distintos escenarios de aceptación, el consejo de administración “ha considerado que sería conveniente proceder en estos momentos a realizar la operación”.
 
Según señala la entidad en su comunicado, la ratio fully loaded se situará tras esta operación de colocación entre el 13,7% y el 14,2%, dependiendo también de la aceptación de la OPA.
 
Minutos antes del cierre de los mercados, el regulador había decidido suspender la negociación de CaixaBank “por concurrir circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones sobre los citados valores”. En el momento de la suspensión, las acciones de la entidad financiera caían el 3,14 %, hasta 2,34 euros por título.
 
Los accionistas de BPI decidieron ayer suspender los límites a los derechos de voto, lo que abrió el camino a CaixaBank para hacerse con el control de la entidad portuguesa.

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