La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha decidido suspender la negociación de las acciones de Reyal Urbis por “concurrir circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones sobre los citados valores”.
La compañía había comunicado al regulador el inicio de los trámites para presentar el concurso voluntario de acreedores al no haber alcanzado un acuerdo de refinanciación con sus acreedores.
“El Consejo de Administración ha acordado llevar a cabo las actuaciones necesarias a efectos de presentar ante el juzgado competente la solicitud de concurso voluntario de acreedores, ante la inminencia del transcurso del plazo previsto en el citado artículo 5 bis sin haber alcanzado un acuerdo de refinanciación con sus acreedores”, señaló en su comunicado a la CNMV.
El grupo, que tiene una deuda financiera de más de 3.600 millones de euros y una deuda total de unos 4.300 millones de euros, tenía hasta el 23 de febrero para alcanzar un acuerdo con los acreedores, tras solicitar el preconcurso el 23 de octubre.
Según publica la agencia Reuters, durante este periodo los bancos se han negado a refinanciar al grupo ante la falta de confianza en la recuperación de su negocio y tras tener muchos de ellos provisionadas las posibles pérdidas que se deriven del concurso. En los últimos ejercicios la empresa ha sufrido al igual que el resto del sector el pinchazo de un burbuja inmobiliaria gigantesca en España.
Entre los acreedores financieros, con los que Reyal tiene una deuda de unos 3.600 millones de euros, se encuentran la nacionalizada Bankia (460 millones), Santander (550 millones), un «fondo buitre» al que habría vendido Barclays (450 millones), Royal Bank of Scotland (300 millones), el estatal Instituto Oficial de Crédito (220 millones), Popular (220 millones), BBVA (120 millones), Sabadell (75 millones), y numerosos bancos con cantidades menores.
Ayer, los títulos de Reyal Urbis lideraron las pérdidas de la bolsa española durante prácticamente toda la sesión precedente, aunque al final de la jornada repuntaron un 7,8%, hasta anotarse la mayor subida, pendiente de llegar a un acuerdo con sus acreedores, con los que mantuvo una reunión.
Hoy, a consecuencia de la suspensión decretada por la CNMV, el castigo al valor se desplazaba hacia otras inmobiliarias cotizadas que también tiene pendiente la refinanciación de importantes partidas de deuda. En lugar del efecto yoyó de otras sesiones, este martes el ladrillo se teñía de rojo en la Bolsa española.
