Las últimas previsiones realizadas por la mayor parte de los analistas sobre la evolución a medio plazo de las materias primas son pesimistas. En especial, en lo referente a los metales, cuyos precios podrían sufrir unas rebajas medias en el entorno del 10%.
La desaceleración económica global que parece confirmarse para los próximos meses y el inicio del estallido de una burbuja que no habría terminado de formarse serían los principales motivos de una corrección que, sin embargo, no afectarán a todos los metales por igual.
El níquel y el cobre se depreciarán menos que el aluminio, según la mayoría de los expertos que anticipa también un recorte cercano al 7% en el valor de los metales precioso, con un batacazo considerable del Paladio y el Rodio que, según la estimaciones más pesimistas, podrían perder entre un 13% y un 25,8%.
El horizonte también se ennegrece para el oro que puede volver al entorno de los 1.100 dólares a largo plazo, casi 500 por debajo del precio actual, aunque, antes de iniciar la caída quizá, en opinión de algunos expertos consultados, pueda experimentar aún alguna subida de precio.