El duro ajuste fiscal adoptado por el Gobierno de Mariano Rajoy prolongará el deterioro de la economía española, según han anticipado varios analistas, y los mercados financieros parecen corroboran esta tesis.
Los nuevos recortes presupuestarios, encaminados a aflojar la presión de los mercados sobre España no han conseguido el objetivo esperado. La Bolsa española continúa con su tendencia bajista. Hoy el Ibex 35 ha inaugurado la semana con un nuevo retroceso del 0,5%, provocado sobre todo y una vez más por el sector financiero.
La deuda tampoco consigue levantar cabeza. La prima de riesgo (el diferencial entre la rentabilidad del bono español y el alemán a 10 años en el mercado secundario) sufre un rebote de seis puntos y se sitúa en los 546 puntos básicos.
El interés que exigen los inversores a España por su bono de referencia ha tocado hoy el 6,7%, lejos aún del umbral crítico del 7%, que muchos expertos estiman como la barrera que marca el rescate de un país, y que se tocó la semana pasada. El deterioro del riesgo país viene motivado sobre todo por la brusca caída de la rentabilidad del bund alemán, que se sitúa ahora en el 1,24%, un 21,5% por debajo de la que marcaba a principios de mes.
«Pensamos que las medidas del Gobierno deberían haber moderado la prima de riesgo más de lo que lo han hecho; el mercado está exigiendo resultados inmediatos y eso no es posible», asegura Renta 4.
«El BCE es el único que tiene la capacidad de actuar de forma inmediata comprando deuda pública, pero no parece estar muy por la labor, y si el plano macroeconómico no te apoya, ni tampoco el plano empresarial, la situación es la que es», agregó.
Algunos expertos explican que estos movimientos sugieren que en el corto plazo los mercados están dando la victoria a los bancos alemanes en una de sus peticiones en el rescate de las cajas españolas. Es decir, que el sistema financiero española reciba fondos europeos siempre y cuando el Estado garantice estos préstamos, algo que de forma oficial será así hasta que no se constituya el supervisor financiero en Europa, algo que como muy pronto podría producirse a finales de año.
Por el momento, las casas de análisis no han hecho más que arrojan perspectivas aún más sombrías sobre la economía española. Así, Goldman Sachs espera una contracción del PIB español del 1,4% en 2012 y del 1,2% el próximo año, según sus nuevas previsiones, que empeoran sus anteriores pronósticos para el país (caída de la actividad del 1,2% y del 0,1%, respectivamente).
