En los últimos informes de la banca de inversión estadounidense se refleja una creciente inquietud por el futuro de la libra. Una incertidumbre que parece partir de una conclusión clara: si el euro se hunde la divisa británica caerá con él.
La buena evolución de la libra frente a la moneda única ha empezado a complicarse en las últimas semanas y la cotización se mueve ahora en las 0,792 libras por euro, lejos de sus máximos de mayo.
Una tendencia que los analistas de las grandes entidades financieras de EEUU atribuyen a la ‘conexión fatal’ que existe entre los bancos británicos y los dos países de la UE ahora en peligro, España e Italia.
Según un reciente informe del Bank of New York Mellon, el sistema financiero de Reino Unido acumula una exposición a España de 55.100 millones de libras (69.570 millones de euros) y a Italia de 37.300 millones (47.096) que hacen completamente imposible que el país pudiera evitar ser contagiado por una eventual crisis de la UE.