Los inversores desprecian el oro y prefieren refugiarse en el dólar y la deuda soberana

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Los inversores desprecian el oro y prefieren refugiarse en el dólar y la deuda soberana

Hace siete meses los analistas de Bank of America informaron a los inversores de que la onza de oro alcanzaría los 2.000 dólares por unidad. A comienzos del pasado otoño logró superar los 1.900 dólares, pero a partir de ese momento su precio comenzó a decaer hasta los 1.627 dólares a los que cotiza actualmente. Es la caída más prolongada de la última década.

Bank of America no fue la única entidad que recomendó la compra de oro. Entre diciembre y enero otros bancos de inversión como Goldman Sachs, Morgan Stanley o Barclays insistieron en la compra de lingotes. Desde comienzos de año, cuando se lanzó este mensaje, hasta el mes de mayo el precio de la onza ha caído un 10%.

Algunos expertos señalan que muchos inversores han preferido acudir a otros valores refugio lejos del metal, como por ejemplo un determinado tipo de bonos soberanos (los alemanes y los estadounidenses, sobre todo) así como al dólar. Cada euro se cambia hoy por 1,24 dólares mientras que el pasado mes de marzo esta cifra ascendía a 1,32 dólares.

En cualquier caso, la agencia Bloomberg ha informado que durante el primer trimestre del año algunas grandes fortunas han apostado fuerte por el mercado del oro, como George Soros o John Paulson, según se traduce de los datos remitidos por la SEC. Por eso algunos analistas advierten que aunque los 2.000 dólares por onza ya no sean una opción, sí cabría esperar un cambio de tendencia en el corto plazo.

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