Los bancos españoles han vivido hoy otro día negro en Bolsa. Al cierre de la sesión las caídas de sus cotizaciones duplicaban las del resto de las entidades financieras europeas y la tendencia podría mantenerse dos días más. En el mercado se acusa al Gobierno de haber dado tres días a los especuladores para golper a placer al sector.
Así es como entienden algunos veteranos del parqué lo sucedido hoy, una vez que se han producido las nuevas filtraciones sobre la reforma financiera que aprobará el Gobierno el viernes. Entre las novedades, podrían figurar las nuevas exigencias de provisiones para los bancos sobre sus activos peligrosos al corriente de pago, que podrían rondar los 40.000 millones de euros.
Es decir, que el propio Ejecutivo admite que la banca española tiene un déficit de solvencia. Un verdadero caramelo para los bajistas que, según algunos observadores, probablemente extiendan su castigo al sector durante la sesión de mañana.
Se confirmen o no estas expectativas pesimistas el parte de bajas de hoy es devastador Caixabank se llevó la peor parte y retrocedió un 6,69%, Bankia, un 5,84%, Bankinter un 5,33%, el Popular restó un 4,74%, el BBVA un 4,73%, el Santander un 4,52% y el Sabadell un 4,39%.
En este contexto, el Ibex 35 ha cerrrado con un retroceso del 2,77%. Un dato que contrasta con la ganancia del 0,47% conseguida por el Dax alemán y los mas que moderados retrocesos experimentados por el resto de los índices selectivos de las grandes bolsas europeas.
El castigo también alcanza a los mercados de deuda. El bono español de referencia ha llegado a tocar el 6%, algo que no sucedía desde el 27 de abril. Con ello, la prima de riesgo ha subido desde los 430 hasta superar los 450 puntos básicos, algo que no sucedía hace seis meses, cuando las tensiones y los ataques especulativos provocaron la caída de Silvio Berlusconi como primer ministro de Italia. En los mercados de derivados, el CDS de la deuda española a cinco años ha vuelto a tocar los 500 puntos.
