Wall Street descubre un nuevo truco para ganar dinero en Bolsa

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Wall Street descubre un nuevo truco para ganar dinero en Bolsa

¿Cómo es posible que grandes bancos como Goldman Sachs estén amasando tantos beneficios cuando han pasado sólo unos meses desde el colapso financiero? La respuesta se podría encontrar en una operativa informática denominada ‘high-frequency trading’ (operaciones de alta frecuencia). Este sistema se basa en la emisión y, a continuación, en la cancelación de órdenes de compra y venta de manera casi simultánea, con unos márgenes mínimos y un gran volumen.

Los operadores que disponen de máquinas muy potentes aprovechan el hecho de tener la información milésimas de segundos antes que nadie para analizar el mercado y ver que ofertas de compras y de ventas hay abiertas.

A partir de este análisis entre los diferenciales de la oferta y la demanda se posicionan, según convenga, en uno u otro lado de la ecuación. Los críticos afirman incluso que esta operativa manipula sutilmente los precios de las acciones. Los ordenadores ya reinan en los mercados, pero los brokers españoles consultados por EL BOLETÍN, así como la propia gestora de la Bolsa, aseguran que desconocen este sistema.

Pero en EEUU la situación es diferente. Goldman Sachs ha variado poco su perfil a causa de la crisis y mantiene en sus operaciones un cierto gusto por los ‘riesgos locos’ que causaron el virtual desplome de la economía. Gracias a esto, la entidad obtuvo en los últimos tres meses unos beneficios de 3.440 millones de dólares, un 64% más que en el mismo período del año anterior y un 90% más que en los tres meses inmediatamente anteriores, gracias a la intermediación bursátil y a la colocación de emisiones de deuda.

Pero no todo puede ser positivo. Según se comenta en algunos blogs estadounidenses, el equipo del banco está preocupado después de que uno de sus ex empleados se haya llevado parte del código fuente del programa que realiza las operaciones de alta frecuencia y temen que lo venda a la competencia. Incluso más. Si algún hacker se hiciera con ese código podría publicarlo en Internet y algún particular experto en informática podría aprovecharlo y operar casi como cualquiera de los tiburones financieros de Wall Street.

La informática aplicada a las operaciones bursátiles también ha provocado más de un sobresaldo. A principios de 2006, el parqué de Tokio tuvo que suspender la negociación por la incapacidad de la infraestructura informática de la Bolsa japonesa de hacer frente al exceso de negociaciones. La suspensión total de las acciones puso en evidencia la insuficiencia de los sistemas de computación para hacer frente al alto volumen de intercambio.

El aumento de las operaciones de alta frecuencia ayuda también a explicar por qué se ha elevado tanto la actividad de la Bolsa. En EEUU, por ejemplo, el volumen medio diario ha aumentado en un 164% desde 2005, según los datos ofrecidos por NYSE, la gestora de la Bolsa de Nueva York.

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