España confirmó hoy que ha conseguido esquivar los recelos del mercado, al menos por el momento. La rebaja en la prima de riesgo del bono español de las últimas sesiones ha tenido su reflejo en la subasta del Tesoro, que ha colocado 2.050 millones de euros en letras a tres y seis meses, con una amplia sobredemanda y a un coste inferior a las anteriores emisiones de similares características.
En concreto, en letras a tres meses, el Tesoro Público ha adjudicado 1.208 millones de euros a un tipo medio del 0,899%, cuando hace apenas un mes tuvo que ofrecer un 1,101% para superar los crecientes recelos de los inversores ante el temor de un contagio de los problemas a Portugal. El ratio de cobertura se ha elevado de 3,35 a 4,33 veces, es decir, un 29,2% más.
La rentabilidad media de estas letras coincide con la que marcan en el mercado secundario las letras a seis meses emitidas en el mes de diciembre y que vencen también en el mes de julio. En este caso, el rendimiento oscila entre el 0,98% de las peticiones de venta y el 0,88% de las de compra. Habría que remontarse a la subasta realizada el pasado 28 de septiembre para encontrar un ‘yield’ tan bajo en una colocación de letras de estas características. En esta fecha aún no había comenzado a reavivarse la crisis de deuda soberana a raíz de los problemas de Irlanda.
En letras a seis meses, el Tesoro ha colocado 842 millones a un tipo medio del 1,361% frente al 1,588% de la última subasta. En este caso la sobredemanda ha sido aún mayor, hasta el punto de que ha multiplicado por más de siete veces la oferta. En concreto, el ratio de cobertura se ha elevado un 39% hasta las 7,65 veces. Pese a todo, el Tesoro no ha conseguido colocar el máximo previsto, que ascendía a 2.500 millones de euros.
“Ha sido una buena colocación en términos de ‘bid to cover’, pero creo que de alguna manera ya estaba descontado al comienzo del mercado (tras relajarse la prima de riego con los acuerdos sobre el fondo de rescate europeo)”, dijo un operador de un banco español a la agencia Reuters.
La subasta de hoy era una nueva prueba de fuego para la deuda soberana española, ya que, aunque la resaca de la decisión de la agencia estadounidense Moody’s de rebajar la calificación a España parece haberse diluido, aún está pendiente el posible rescate de Portugal. Y eso que el vecino volvió a demostrar la pasada semana es aún es capaz de financiarse en los mercados mayoristas. Eso sí, tiene que pagar unos intereses más alto y la demanda es más baja que hace unos meses.
El Tesoro ha cerrado la colocación de 2.000 millones de euros del déficit de tarifa del sector eléctrico a un tipo de interés del 6,1%, según aseguran diversas agencias. La tercera emisión de la deuda eléctrica, de la que ya se han colocado unos 6.000 millones hasta la fecha, recibió una demanda equivalente a 2.500 millones de euros, esto es, un 25% superior al volumen ofrecido en el mercado. Los bonos colocados en el mercado tienen un vencimiento a diez años y el tipo final equivale a 83 puntos básicos por encima del bono español con el mismo plazo.
