Quiksilver entra en bancarrota tras perder un 95% de su valor en Wall Street

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Quiksilver entra en bancarrota tras perder un 95% de su valor en Wall Street

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El pasado mes de julio, el operador del parqué neoyorquino ya advirtió de la posibilidad de excluir a la firma de equipación deportiva especializada en surf. Quiksilver está oficialmente en bancarrota. La compañía de equipación deportiva ha anunciado este miércoles que se acoge a la ley estadounidense de quiebras después de haber sido incapaz de reestructurar su endeudado balance o encontrar un comprador. En el último año y medio, sus acciones habían perdido un 95% de su valor en Wall Street.

La firma surfera fundada en Australia en el año 1973 ha explicado que la declaración de quiebra, equivalente al concurso de acreedores de la legislación española, tan solo afecta a su unidad de negocio de EEUU, con lo que quedan al margen del proceso sus negocios de Europa y Asia. El objetivo primordial, según ha anunciado la propia Quiksilver, está en alcanzar el ansiado acuerdo con la firma de capital riesgo Oaktree Capital y evitar así la liquidación de su rama norteamericana.

El acuerdo que está sobre la mesa plantea que estos inversores aporten a la firma deportiva una inyección de 175 millones de dólares, cantidad que sería respaldada también por Bank of America. Después, estos fondos contabilizados como deuda se canjearían por acciones de nueva emisión del grupo, que darían al fondo de riesgo el control accionarial de la cotizada. Una operación que, en cualquier caso, debe ser ahora supervisada por el tribunal estadounidense que supervisa a las compañías domésticas en quiebra.

Aunque el mayor descalabro de la firma ha tenido lugar desde comienzos de 2014 hasta ahora, los problemas de Quiksilver comenzaron mucho antes, según señalan los expertos. Su talón de Aquiles ha sido la progresiva pérdida de clientes y el correspondiente impacto en la facturación de sus tiendas debido al cambio de las tendencias en moda desde la estética surf y skater, hacia cadenas minoristas como H&M y el grupo Inditex.

Ni siquiera el factor de que la mitad de las ventas del grupo proceden de fuera de EEUU ha ayudado a frenar el descalabro de sus ventas trimestre a trimestre. En los últimos tiempos, además, se ha sumado el adverso efecto divisa consecuencia del fortalecimiento del dólar frente a otras monedas que minora en balance la facturación en monedas distintas a la estadounidense.

El martes, las acciones de la compañía cerraron a 0,439 dólares cada una tras recortar un 3,5% adicional a su gráfica. El pasado mes de julio, el operador del parqué neoyorquino ya advirtió de que en caso de no tomar medidas para mejorar su desempeño y liquidez en Bolsa podría decretar su exclusión a negociación.

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