Como cabía esperar la noticia de la jornada es la muerte de

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Como cabía esperar la noticia de la jornada es la muerte de

Como cabía esperar la noticia de la jornada es la muerte de Bin Laden. Los diarios españoles dedican muchas líneas a la operación estadounidense que ha acabado con la vida del terroristas más buscado del planeta, sobre la que hay aún muchas zonas oscuras, y el suceso acapara también los editoriales. En ellos se recibe el suceso de manera bastante positiva -aunque no en todos con la euforia de El Mundo que habla de “una buena noticia para la humanidad”- pero también se insta a no rebajar ni un ápice la alerta contra el terrorismo islamista, ya que se temen las consecuencias que puede tener la muerte del que Pedrojota denomina “enemigo número uno” de Occidente, encantado de que “afortunadamente esta vez” se ha haya hecho realidad “la máxima de que el criminal nunca gana”.

Dichos artículos -además de coincidir en el temor de una campaña de atentados en venganza por la muerte de “su santón” como lo llama El País- también están de acuerdo en poner de manifiesto las dudas que provoca sobre la supuesta fidelidad de Pakistán hacia Occidente el hecho de que el líder de Al Qaeda no estuviera oculto en las montañas sino en una mansión en una zona de lujo a pocos kilómetros de la capital pakistaní y el de Prisa resalta que “la eliminación del profeta del terror islamista es un éxito de Obama que Pakistán debe explicar”.

La otra cuestión en el candelero no tiene alcance mundial pero preocupa y mucho en España. Hablamos de las repercusiones que tiene y tendrá la decisión del Tribunal Supremo de anular las listas de Bildu. A El Mundo lo que le “rechina”, y así lo reconoce Pedrojota, es que el PSC se aleje del PSOE y se junte con los nacionalistas “para dar un asombroso balón de oxígeno a Bildu”, mientras que El País lo que destaca es que finalmente el PNV ha cumplido su amenaza y deja en suspenso su apoyo al Gobierno. Más leña a un fuego que arde insistentemente ya que la prensa y tertulias conservadoras insisten en avisar de que la decisión depende del Constitucional y que en ese tribunal hay magistrados progresistas. ¡Uyy, qué miedo!

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