Los astilleros de Sainy-Nazaire (en la costa Atlántica de Francia) van a ser nacionalizados por el Estado francés después de que el presidente galo, Emmanuel Macron, haya dado el visto bueno a una operación que evitar que una empresa italiana se haga cargo de uno de los astilleros más estratégicos del país.
Los astilleros de Saint-Nazaire suelen ser los encargados de diseñar y construir los grandes buques militares de la armada francesa. Esa es precisamente una de las razones por las que Macron ha decidido nacionalizarlos, ya que una empresa italiana (Fincantieri) estaba en disposición de hacerse con la mayoría accionarial.
“Hay un problema de soberanía”, argumentan desde el Elíseo, que aun así insisten en que la nacionalización de los astilleros de Sain-Nazaire es temporal. Su voluntad, afirman en diversos medios galos, es encontrar otra solución o incluso negociar con Italia un acuerdo que garantice el 100% de los empleos.
Lo que sí resulta llamativo para muchos analistas es que el presidente que se presentaba con un programa lleno de privatizaciones haya iniciado su política industrial con una nacionalización.
