«Los rusos ‘jodieron’ la cola»

Desde el Malecón

«Los rusos ‘jodieron’ la cola»

Ahí estaba el cónsul reclamando -no en muy buenas maneras- que no sólo él, sino todos los vehículos de su jurisdicción iban a repostar diésel porque, entre otras razones, ese petróleo era ruso.

La Habana

La Habana

La escasez, se sabe desde los primeros momentos en la historia del hombre, siempre ha provocado disgustos, malas interpretaciones y alguna que otra guerra de vida o muerte hasta por el agua.

Lo sucedido este mediodía de jueves en la gasolinera de lra. avenida y calle 40, en Miramar, Playa, destinada al cuerpo diplomático y autos con matrículas K, pertenecientes a empresas extranjeras radicadas en la isla, resultó un claro ejemplo de lo que acontece cuando lo que se oferta no alcanza para todos.

Pero también cuando alguien entorpece la organización de la fila.

Hasta la punta de la larga cola, detenida inexplicablemente por casi media hora o más, llegó el anuncio de un chofer de embajada:

-Caballeros, los rusos “jodieron” la cola.

Y en efecto, ahí estaba el cónsul reclamando -no en muy buenas maneras- que no sólo él, sino todos los vehículos de su jurisdicción iban a repostar diésel porque, entre otras razones, ese petróleo era ruso.

Razón más que suficiente para que diplomáticos y choferes cubanos protestasen a tal extremo que oficiales de la policía tuvieron que presentarse. Por fortuna, de observadores porque reinó, nunca mejor dicho, el ambiente diplomático.

Un empleado de la gasolinera, bien entendido en el idioma logró convencer al beligerante ruso y acordar un “saglasien” (de acuerdo) de 30 litros por carro y darle continuidad a los demás y que si el cónsul sabía muy bien de esos cuentos nuestros que con nosotros viene también un tío, dos primos y la abuelita, él debía conocer que en estas filas, se debe dar el último o “pasliedni”.

Debo destacar que el tratamiento de los empleados y la gerente fue en todo momento muy respetuoso, pero exigente, sin distingos, a todos por igual.

La sangre o combustible no llegó al río. Por seguro, el diplomático ya debe estar pensando en montar una gasolinera en la embajada, bien grande y espaciosa porque fue construida en otros tiempos cuando eran soviéticos…

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