Los problemas de la cadena de suministros se prolongarán (al menos) hasta la segunda mitad de 2022

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Los problemas de la cadena de suministros se prolongarán (al menos) hasta la segunda mitad de 2022

El ‘reshoring’ y el ‘nearshoring’ siguen siendo “más palabras que hechos”, creen los analistas de Allianz.

Puerto de mercancías

Puerto de mercancías

Los problemas en la cadena de suministros, que junto a la crisis de la energía han disparado la inflación en EEUU y Europa, se prolongarán al menos hasta la segunda mitad de 2022. Así lo señalan los analistas de Allianz Research, que avisan además que una desaceleración de las exportaciones chinas tendría como gran damnificada a Europa.

Las interrupciones de la cadena de suministro mundial seguirán siendo elevadas hasta el segundo semestre de 2022, consideran los expertos de la aseguradora alemana, “debido a los nuevos brotes de Covid-19 en todo el mundo, a la política china de cero Covid y a la volatilidad de la demanda y la logística durante el Año Nuevo chino”.

“Tras unos resultados excepcionalmente buenos desde el segundo semestre de 2020, el comercio mundial de bienes se contrajo en el tercer trimestre”, señala el equipo de research de Allianz. “Encontramos que los déficits de producción están detrás del 75% de la actual contracción del volumen de comercio mundial, y el resto se explica por los cuellos de botella logísticos”, añaden.

En este contexto, es probable que se produzca una “suave recuperación” en el cuarto trimestre de 2021 (+0,8% intertrimestral tras el -1,1% del tercer trimestre para el comercio de bienes), “pero existe el riesgo de que se produzca una doble caída en el primer trimestre de 2022, ya que la volatilidad de los flujos comerciales debería seguir siendo la norma hasta la primavera”.

De cara al futuro, Allianz cree que tres factores impulsarán la normalización del comercio a partir del segundo semestre de 2022. En primer lugar, “un enfriamiento del gasto de los consumidores en bienes duraderos, habida cuenta de sus ciclos de sustitución más largos y del cambio hacia comportamientos de consumo sostenibles”.

También “una menor escasez de insumos, ya que los inventarios han vuelto a los niveles anteriores a la crisis, o incluso los han superado, en la mayoría de los sectores, y las inversiones han aumentado (principalmente en EEUU)”. Y por último, la “menor congestión del transporte marítimo al aumentar la capacidad”.

El ‘factor China’ penaliza a Europa

“En lo que respecta a los insumos procedentes de China, Europa se encuentra en el lado débil del tira y afloja con EEUU”, apuntan además los autores. Europa corre más riesgo que EEUU en lo que respecta a la fuerte dependencia de los insumos intermedios procedentes del extranjero, debido a la falta de capex en las capacidades de producción y envío”.

En ese sentido, Allianz calcula el impacto de un shock representado por la desaceleración china (es decir, una caída del 10% en las exportaciones chinas) en la producción de los sectores de la UE. La conclusión es que los sectores que se verían más afectados son los relacionados con los metales (metales básicos y productos metálicos fabricados) y la automoción (vehículos de motor, remolques y semirremolques, equipos de transporte). “Si no se aumenta la capacidad de producción y se invierte en infraestructuras portuarias, la normalización de los cuellos de botella de la oferta en Europa podría retrasarse más allá de 2022, ya que la demanda sigue estando por encima del potencial”, avisan los analistas.

Además, el ‘reshoring’ (es decir, la vuelta de la producción al país) y el ‘nearshoring’ (el traslado de la producción a países más cercanos) siguen siendo “más palabras que hechos”. “A pesar de las interrupciones de la cadena de suministro, no encontramos hasta ahora ninguna tendencia clara de reshoring o nearshoring de las actividades industriales. La única excepción es el Reino Unido, que probablemente se haya enfrentado a interrupciones debido al Brexit”. Sin embargo, “el proteccionismo alcanzó un máximo histórico en 2021 y debería seguir siendo elevado, principalmente en forma de barreras comerciales no arancelarias (por ejemplo, subvenciones, políticas industriales)”.

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