Dicho afán implicó que la Cancillería debió participar en distintas conferencias y eventos internacionales, tanto a nivel regional como global, tales como el G-20 (en tres ocasiones, algo inédito); el G-7, Alianza del Pacífico; OEA, Cumbres Presidenciales; etc.
En este sentido, recomiendo una carta que publicara su ex Subsecretario de RR.EE, Embajador Alfonso Silva Navarro, quien realiza un recuento de los logros alcanzados en materia internacional
Por mi parte, destaco a ustedes algunos hitos en materia internacional que seleccioné según mi leal saber y entender:
La reconstrucción del país post terremoto y tsunami de 2010; el rescate de los 33 mineros de la mina San José; la constitución e impulso a la Alianza del Pacífico; la defensa de los intereses de Chile ante el Tribunal de la Haya por la delimitación marítima con el Perú; la inclusión de Chile como acompañante en las negociaciones de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC; el exitoso proceso de vacunación provocado por la pandemia del COVID-19, un hecho reconocido y celebrado a nivel mundial.
En este último punto, cabe recordar que enfrentó la referida pandemia con lucidez, decisión y energía, sin necesidad de conformar una comisión técnica para el efecto.
Quisiera también en esta materia agregar las palabras de una diplomática paraguaya, quien, frente al libro de condolencias dispuesto para homenajear al ex mandatario chileno, destacó la donación de 120.000 vacunas anticovid que el Gobierno de Chile hiciera remitidas al personal médico paraguayo. Estas dosis se enviaron en un momento en que había una severa escasez en el mundo. Dicho gesto solidario nunca será olvidado, afirmó.
Los que, a mi juicio, serían los no hitos, -porque no pudieron llevarse a cabo como consecuencia del estallido social-antisocial de octubre de 2019- fueron la no celebración de la COP 25 y al APEC 2019. La sede y organización de ambos encuentros internacionales había sido prevista con antelación, pero por razones de seguridad y control del orden público, Chile debió renunciar a llevarlos a cabo.
Finalmente, quiero valorar el afán del ex Presidente por el trabajo y por sus ganas de saber y preguntar por todo.
Es bien sabido en el Ministerio de Relaciones Exteriores que el ex mandatario revisaba periódicamente aquellas carpetas que contenían información sobre las visitas oficiales a nuestro país y/o giras presidenciales al exterior.
Por lo mismo, una vez revisadas aquellas carpetas o informes, premunido de un simple lápiz Bic de color rojo (según me informaron mis fuentes), procedía a consultar al Ministro y/o Subsecretario de RR.EE de la época, -cual profesor universitario en proceso de toma de exámenes-, pidiéndole aclaraciones o rectificaciones de dichos informes, llegando a un nivel de detalle que podríamos calificar de excesivamente detallista y riguroso.
Pese a ese intento por comprender y controlar todo, en un claro micromangement, también se produjeron anécdotas divertidas o chascarros diplomáticos, uno de los cuales fue su encuentro con un Emir. Dicha audiencia significó a la postre, por un conjunto de malos entendidos, en una severa amonestación del Presidente al entonces Canciller. Éste, visiblemente afectado, “compartió” a su vez esa reprimenda con sus respectivos subordinados, en un gesto que podríamos catalogar de solidario -el llamado efecto mariposa-. Pero esa sabrosa anécdota, quedará para otra ocasión.
Presidente Sebastián Piñera Echenique, descanse en paz.
Por: Francisco Javier Devia. Diplomático chileno en España
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