Podemos

Lilith Verstrynge relata los motivos de su dimisión en Podemos: desencanto interno, falta de debate y aumento de la «paranoia»

La ex número tres de Podemos afirma que desde 2020 el partido entró en una dinámica de “lealtad ciega” y dejó de conectar con la ciudadanía, lo que precipitó su decisión de abandonar en enero de 2024.

Lilith Verstrynge

La salida de Lilith Verstrynge de Podemos no fue fruto únicamente de motivos de salud aparentes, sino que obedece a un profundo cuestionamiento interno sobre el rumbo de la formación. La ex secretaria de Organización del partido denuncia una desaparición del debate orgánico y un predominio del control interno.

En enero de 2024, Lilith Verstrynge anunció su dimisión como diputada en el Congreso y la renuncia a todos sus cargos en Podemos.

En un artículo publicado poco después en la revista Equator, la política describe con inédita franqueza las razones que la llevaron a tomar esta decisión.

Tras un rápido ascenso en la formación —desde asesora en Bruselas hasta secretaria de Estado para la Agenda 2030 y número tres del órgano directivo de Podemos—, Verstrynge afirma que perdió la ilusión al observar una transformación interna que la dejó al margen de sus propios principios.

Liderazgo interno y desencanto político

Verstrynge sostiene que, a partir de 2020, la principal experiencia en Podemos dejó de ser la movilización ciudadana o el debate político para convertirse en una dinámica marcada por el desencanto: “Nuestra principal experiencia fue la de un debate político cada vez más escaso y una creciente paranoia interna”. Habían “empezado a hablar de fantasmas” en lugar de hablarle a la gente.

La política atribuye a ese ambiente la pérdida de conexión entre la dirección del partido y la base social que hizo posible su ascenso: la movilización y la ilusión.

Tensiones estratégicas y conflicto con la coalición

Verstrynge alude también a las rupturas estratégicas: la alianza con Sumar, la competencia con otros actores de la izquierda y la pérdida de protagonismo orgánico de Podemos. Según ella, el partido optó por una lógica de oposición interna más que por una política de propuesta: “Habíamos dejado de hablarle a la gente. En lugar de demostrar que aún podíamos hacer política, optamos por amenazar con votar en contra de todo lo que propusiera el Gobierno”. Este giro, sostiene, careció de explicación ante los votantes y generó una fisura entre la intención de cambio y la práctica política concreta.

Estructura debilitada y cultura de partido reducido

Una de las críticas más contundentes de Verstrynge se dirige a la estructura orgánica del partido: “La búsqueda de enemigos internos convirtieron la política en un ejercicio de lealtad ciega. La teoría de la conspiración se generalizó…”  Y añade que, en algún momento, se le propuso transformar Podemos en un partido con “tan solo diez líderes nacionales”, lo que para ella reveló que no se creía en la construcción de una organización territorial sólida, sino en un liderazgo centralizado.

Impacto institucional y consecuencias en el Congreso

La dimisión de Lilith Verstrynge tuvo consecuencias cuantitativas: al abandonar su acta de diputada el 26 de enero de 2024, Podemos pasó de cinco a cuatro escaños en el Congreso. Este cambio no solo tiene implicaciones simbólicas, sino que refleja la debilidad parlamentaria de la formación en un momento delicado.

Reflexión final y ausencia de vuelta a la política

Verstrynge reconoce los logros de la formación en su etapa de Gobierno, pero advierte que “la forma en que se fueron eclipsó esas conquistas”. “Un partido online que sonaba novedoso, pero heredó muchos vicios antiguos y no introdujo ninguna innovación organizativa relevante”.  Además, señala que no tiene intención de volver a la política activa: para ello dice necesitar “estar segura de que he aprendido lo suficiente… y que puedo confiar en un proyecto”.

La renuncia de Lilith Verstrynge funciona como un testimonio interno del desgaste orgánico de Podemos en los últimos años. Su diagnóstico apunta a la pérdida de conexión con la ciudadanía, el debilitamiento del debate interno y la concentración de poder. Su salida es al mismo tiempo un síntoma y un aviso: la política de transformación necesita estructuras sólidas, discursos claros y participación real para evitar quedar atrapada en dinámicas de autoprotección.

Más información

Los bombardeos se han registrado en Gaza, Deir al Balá y Nuseirat, con víctimas entre familias desplazadas.
Marea Residencias reclama una Ley estatal y residencias públicas de calidad para garantizar derechos y evitar que la tragedia se repita.
Eurostat confirma un desplome del 4,8% interanual, muy por encima de la media europea.

Lo más Visto