El magnate mexicano Carlos Slim ha salido a la palestra para defender la gestión económica del presidente Felipe Calderón y solicitar a las empresas que inviertan en el país, tras afirmar que lo peor de la crisis ha pasado. Estas declaraciones llegan después de muchos meses de confrontaciones entre el empresario y el Ejecutivo azteca, coincidiendo además con la apertura de la licitación para las obras del megaproyecto del puerto de Punta Colonet, por la que las empresas de Slim van a competir.
La economía mexicana se ha contraído un 10,3% a tasa anual en el segundo trimestre del 2009, suponiendo esta la peor caída desde que en 1981 se iniciase el registro trimestral, aunque bien es cierto que la actual contracción ha sido ligeramente menor a la esperada por autoridades del Ministerio de Hacienda y el Banco Central.
El Instituto Nacional de Estadística (INEGI) informó en un comunicado que el producto interno bruto (PIB) en todo el semestre acumuló una caída de 9.2% medida en términos anuales. El PIB al primer trimestre del 2009 ascendió a 11,19 billones de pesos, equivalente a poco más de 866.000 millones de dólares por la cotización actual.
Datos no tan malos La contracción en el segundo trimestre «afectada por el mal comportamiento de las actividades industriales, el comercio y los servicios» es ligeramente menor a la estimada por la Secretaría de Hacienda (un 10,4%) y que el Banco de México (entre el 10.5% y 11%), lo que hace pensar que se redujo el ritmo de la caída económica de México.
Pese a una posible salida de la recesión a finales del año, se pronostica que el PIB de México caerá más de 7%, lo que significaría la mayor contracción desde la Gran Depresión en Estados Unidos en la década de 1930. México es considerado el país de Latinoamérica más afectado por la crisis, por ser una nación fuertemente ligada a EEUU, hacia el que van casi el 80% de sus exportaciones.
Por otro lado el próximo mes de septiembre será relanzada la convocatoria para la licitación del nuevo puerto de Punta Colonet en Ensenada, casi un año después de su cancelación a causa de la crisis económica mundial. El que es considerado el proyecto de infraestructura más grande de la historia de México, tiene entre sus posibles constructores a Ideal, la empresa del magnate Carlos Slim.
El nuevo megapuerto que sería construido en la Baja California, ha sido comparado, por su importancia estratégica, al Canal de Panamá. Contaría con un aeropuerto, una vía ferroviaria que comunicaría el puerto con el Estado de Arizona y se convertiría en el tercer puerto en importancia del mundo. De ahí que la concesión de la obra sea ambicionada por multitud de empresas constructoras entre las que se encontraría Ideal, de Carlos Slim.
La competencia Pero la competencia es ardua. Según publica Info-transportes, entre las empresas participantes en el concurso de licitación, se encuentra el consorcio Steverdoring Services of America, la más importante empresa portuaria de EEUU, Union Pacific o Ferromex, además de conglomerado portuario de los Emiratos Árabes Unidos, Dubai Ports Word.
A la competencia, habría que sumarle la mala relación que durante el último año han mantenido el empresario y el gobierno mexicano. El Gobierno de Felipe Calderón obligó recientemente a Telmex, propiedad de Slim, a compartir su red de infraestructuras con la competencia. Más recientemente, la Comisión Federal de Competencia tomó represalias contra la firma azteca por acaparar el 85% del mercado de telefonía fija en el país.
A resultas de estas acciones, el magnate se lanzó a sucesivas conferencias sobre el impacto de la crisis económica, a los que el gobierno de Calderón respondió reprochándole que no contribuía a la recuperación del país. Poco después, el prestigioso diario estadounidense The New York Times , sorprendía con un giro radical en su sección de Internacional, en la que México pasaba a ocupar un lugar predominante con continuas alabanzas al opositor Andrés Manuel López Obrador.
Así las cosas, el proyecto de Punta Colonet podría convertirse en un motivo más de confrontación entre magnate y gobierno. Por el contrario, tal vez se convierta en el escenario perfecto para una reconciliación.
