En plena crisis del comercio mundial, con un descenso previsto por la OMC del 9% para 2009, Colombia se encuentra en la difícil situación de derivar a otros países algunos productos que exportaba a Latinoamérica. La mala relación de Álvaro Uribe con los gobiernos de Ecuador y Venezuela, vecinos y grandes socios comerciales, es el principal motivo de esta coyuntura.
El presidente colombiano Álvaro Uribe, que mantiene una dura pugna con Hugo Chávez que ha llevado al bloqueo del comercio común, ha visto incrementados los aranceles en los productos que exporta a Ecuador. Como resultado, el comercio entre Ecuador y Colombia ha descendido un 15% y el petróleo venezolana ha dejado de llegar al país, lo que podría producir una parálisis del transporte.
En cifras, se ha pasado de un volumen de negocio entre Ecuador y Colombia de 729 a 616 millones de dólares. Los productos afectados por los gravámenes ecuatorianos, previos a la aceptación de la Comunicad Andina de Naciones de las salvaguardias cambiarias propuestas por Ecuador, han caído un 34%.
Aunque es una medida parcial, Ecuador retirará paulatinamente las salvaguardias cambiarias por las que se vienen gravando los productos importados desde Colombia. De momento ha retirado los gravámenes a 680 productos de un total de 1346. Los productos que, en el marco de los acuerdos de comercio de la Comunidad Andina de Naciones, quedarán exentos de gravámenes son, por el contrario, los que menos importancia tienen en el comercio bilateral.
Mal con Ecuador. Nathalie Cely anunció que entre ellos se encuentran las carnes, pescados y lácteos además de las hortalizas, las plantas vivas, las frutas y algunos cereales y aceites entre otros. Dichos gravámenes, que fueron aplicados por Ecuador al margen de la CAN para contrarrestar la bajada del valor de la moneda colombiana, no ha logrado terminar con el déficit ecuatoriano en la balanza comercial con Colombia
El objetivo ecuatoriano, según la coordinadora de Producción, Nathalie Cely, sería reducir las importaciones en 1.456 millones de dólares. Por el momento, hasta junio la caída de las importaciones asciende a 700 millones de dólares, mientras que solo en junio cayeron en 300 millones. Pese a la caída del comercio, Colombia valora positivamente el gesto de retirar los gravámenes al 50% de los productos que tenían gravamen.
De otro lado, el comercio con Venezuela pasa por similares problemas. Después de que Hugo Chávez anunciara un bloqueo del comercio bilateral, se suspendió el envío de petróleo a Colombia, lo que amenaza el buen funcionamiento del transporte publico y la actividad mercantil en la frontera entre ambos países. Las autoridades colombianas están preocupadas por un posible aumento del contrabando en la frontera.
Tambien con Venezuela. La tensión entre los Gobiernos de Venezuela y Colombia y la amenaza de Hugo Chávez de sustituir las importaciones colombianas en Estados amigos, hicieron caer en Bolsa a las empresas colombianas que exportan a Venezuela. Camilo Forero, analista colombiano, aseguró que esta caída es normal por la importancia del mercado venezolano para empresas como Fabricato, Tablemac o Nacional de Chocolates.
Forero, aseguró que la última semana de julio, envuelta en continuas noticias negativas para el comercio entre Venezuela y Colombia, fue de gran inestabilidad. A la subida del dólar y la caída del valor de la deuda pública, hubo que sumarle las fuertes caídas en Bolsa de las empresas que representan primordialmente el comercio entre ambos países.
Según los analistas, los beneficios de las empresas colombianas en Venezuela ascendieron anualmente a 6.000 millones de dólares, por lo que un eventual cese del comercio sería nefasto para las empresas.
Quedan, sin embargo, otros mercados a los que acudir. En el día de ayer Colombia aprobó el TLC con Canadá en el Congreso. Sin embargo, el TLC con EEUU lo demuestra, los Estados del norte tienen dificultades para convencer a las asociaciones pro derechos humanos que la situación en Colombia mejorado. A falta de la aprobación del TLC en el Congreso de Canadá, todo hace indicar que este no entrará en vigencia al menos hasta otoño.
