La apreciación del 28% registrada en 2009 por el real brasileño frente al dólar podría poner en riesgo el plan del presidente Lula da Silva para reactivar la industria automovilística del país. Los analistas del mercado consultados por Americaeconomica.com aseguran que esta subida imparable de la divisa está detrás de la caída del 3,2% que las exportaciones cariocas del sector han registrado en el mes de julio. La producción de automóviles también ha descendido por primera vez en tres meses.
Según la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea) del país, la producción de automóviles retrocedió el mes pasado un 0,9% respecto a junio, y un 11,5% frente al mismo mes del 2008, hasta las 281.600 unidades.
A pesar de la caída en la producción y en las exportaciones, las ventas en el mercado interno podrían compensar esta situación. A pesar de que se produjo una reducción del 4,9% frente a junio, hay que tener en cuenta que aquel mes fue el mejor de la historia de esta industria en el país, gracias, en parte, a las generosas rebajas fiscales decretadas por el Gobierno para impulsar la recuperación de la industria.
Las ventas de vehículos nuevos en Brasil se han visto incentivadas en los últimos meses por una exención temporal del Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI) para el sector automotriz, vigente desde enero. El alivio impositivo constituyó una de las medidas adoptadas por el Gobierno para hacer frente a las repercusiones de la crisis económica global.
La firma italiana Fiat se colocó al frente del mercado brasileño en julio, al registrar un volumen de entregas de 68.677 unidades, mientras que la segunda plaza recayó sobre Volkswagen, que vendió 64.200 unidades.
