La firma mexicana Gruma, presidida por Roberto González Barrera, espera cerrar un acuerdo con sus bancos acreedores este mes de julio, una posibilidad que ha disparado la cotización de la compañía en un 15% en las últimas cinco sesiones en la Bolsa mexicana. El gigante de las tortillas aspira así a borrar de sus cuentas los 668,3 millones de dólares de pérdidas que sufrió el pasado año por sus malas apuestas en el mercado de derivados.
Fernando Solís, portavoz de la compañía, ha asegurado en una entrevista telefónica a Bloomberg que los términos fundamentales del acuerdo ya están resueltos, y que los abogados de ambas partes están simplemente ultimando los detalles de la operación.
De no llegar a un acuerdo, la compañía podría verse obligada a declararse en quiebra, tal y como manifestó ayer durante una presentación ante analistas. Sin embargo, la firma confía en cumplir con los plazos y presentar su reestructuración antes del 23 de julio.
Gruma, la minorista Controladora Comercial Mexicana y la cementera Cemex se encuentran entre las empresas mexicanas que el pasado año registraron pérdidas de más de 4.000 millones de dólares por sus malas apuestas en el mercado de derivados, después de que el peso cayese más de un 20% frente al dólar en el cuarto trimestre del año.
Al igual que Gruma, Comercial Mexicana acumula una revalorización espectacular este año. Frente a la caída del 76% registrada en los últimos tres meses de 2008, la cotización de la compañía se ha disparado un 152% este año, también ante la inminente reestructuración de su deuda.
