El presidente de Brasil, Lula da Silva, ha decidido incentivar el consumo para reactivar la economía carioca. Para ello ha ampliado el plazo de su plan de rebajas de impuestos para la industria automovilística, además de los artículos del hogar y materiales de construcción. Además, el estatal Banco de Desarrollo Económico y Social (BNDES) apoyará al mercado de crédito con más rebajas en los tipos a los préstamos empresariales.
La rebaja del Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI), que expiraba esta semana, ha sido ampliada por otros seis meses más para camiones y tres meses para automóviles y motocicletas.
Además, esta bajada de impuestos ha sido prorrogada hasta octubre para algunos artículos del hogar, como refrigeradores, cocinas y lavadoras. Mientras que para materiales de construcción, se ha extendido hasta el próximo mes de diciembre.
La reducción del impuesto industrial ha sido vital para las cuatro grandes fabricantes que operan en Brasil: Fiat, Volkswagen General Motors y Ford. Gracias a la exención impositiva, los precios de los automóviles nuevos han caído cerca de un 10%, lo que ha provocado la reactivación de las ventas pese a la crisis financiera internacional.
Además, el Gobierno brasileño ha reducido el IPI sobre un total de 70 bienes de capital, como maquinaria y generadores de energía. También ha extendido hasta el 31 de diciembre del 2010 otras rebajas de impuestos para el trigo, harina de trigo y pan, para ayudar a mantener la inflación bajo control.
Lula también ha anunciado que el estatal Banco de Desarrollo Económico y Social (BNDES) apoyará al mercado del crédito, con una rebaja en los tipos a los préstamos para las empresas. El sector ya ha mostrado algunas señales de mejora en los últimos meses, con la reducción de sus tasas de interés de largo plazo a un 6%, desde un 6,25%.
