Felipe Calderón, obligado a lanzar el cuarto plan de estímulo económico

Felipe Calderón, obligado a lanzar el cuarto plan de estímulo económico

El plan de estímulo económico se compone de 1.278 millones de dólares de impulso fiscal a empresas y otros 734,5 millones en créditos de la banca de desarrollo.

Felipe Calderón

Felipe Calderón

El secretario de Hacienda mexicano, Agustín Carstens, ha reconocido que México ha entrado en recesión por la combinación de la crisis global y la epidemia de gripe porcina que desde hace dos semanas asola al país azteca. El Gobierno espera ahora que este 2009 la economía se contraiga un 4,9%, frente al 2,9% estimado inicialmente, y que el déficit fiscal se sitúe entre el 1,8% y el 2% del PIB. Una situación que ha obligado al presidente Felipe Calderón a lanzar su cuarto plan anticrisis, basado en incentivos fiscales.

Cartens calculó que el brote de gripe costará al país unos 30.000 millones de pesos (unos 2.200 millones de dólares), equivalente a un 0,3% del PIB. El plan de estímulo económico se compone de 1.278 millones de dólares de impulso fiscal a empresas y otros 734,5 millones en créditos de la banca de desarrollo.

Entre los apoyos fiscales destaca un descuento del 20% en mayo y junio de las cuotas patronales por seguros de riesgo de trabajo, enfermedades y maternidad, invalidez, guarderías y prestaciones sociales; un descuento del 50% a los impuestos por navegación a las líneas aéreas entre abril y junio y se reducirá un 50% el cobro de derechos por servicios de capitanía de puerto a los cruceros que atraquen en México. Por último se establecerá un fondo inicial por 200 millones de pesos para impulsar el turismo.

El secretario de Hacienda recordó además que el Estado puede utilizar los recursos ahorrados en el fondo de estabilización petrolera, que permitirán amortiguar los ingresos públicos ante caídas del precio del crudo. Carstens agregó que México cuenta también con recursos adicionales por unos 2.500 millones de pesos a los créditos contratados con el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Recordó que con el BM originalmente se habían acordado solicitar créditos por 4.000 millones de dólares, pero debido a la contingencia sanitaria que ha padecido México, la cifra ascendió a 5.500 millones.

Asimismo, con el BID se había acordado obtener recursos por 2.000 millones, pero la cifra se elevó a 3.000 millones de dólares. El ministro precisó que estos créditos tienen el objetivo de mantener abiertas fuentes externas de financiación para el gasto público.

El sector turístico se perfila como otro de los grandes afectados por la situación. Las dos terceras partes del PIB mexicano se generan en el sector servicios, en especial en el comercio y el turismo. El impacto de la gripe en estas industrias será por lo tanto decisivo a la hora de establecer los daños sobre la debilitada economía mexicana. Algo que parece inevitable si se tienen en cuenta algunas de las medidas adoptadas por el gobierno federal, como el cierre de los 35.000 restaurantes de la capital mexicana durante siete días o la prohibición de venta al público de comida.

El turismo atrajo el pasado año 13.300 millones de dólares a la economía del país, convirtiéndose en la tercera mayor fuente de divisas, detrás de las exportaciones de petróleo y las remesas de los mexicanos que viven en el extranjero. El consumo privado representa alrededor del 50% de la demanda total de bienes y servicios del país.

Los efectos de la gripe también se están dejando sentir en la planta hotelera de la capital mexicana, que ha registrado durante esta semana la menor tasa de ocupación de los últimos 16 años, con apenas un 10% de las plazas ocupadas. El brote de gripe podría acabar con la confianza que los inversores habían depositado en el último mes en el país, gracias a los últimos acuerdos para conseguir préstamos del Fondo Monetario Internacional y de la Reserva Federal de EEUU.

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