La UE tendrá una reducción de gases de efecto invernadero del 55% en 2030

La UE tendrá una reducción de gases de efecto invernadero del 55% en 2030

Superado el veto húngaro y polaco al presupuesto comunitario ahora solo queda pendiente el Brexit para despejar las grandes incógnitas de la UE

Banderas de la Union Europea

La Unión Europea (UE) ha desatascado dos asuntos cruciales para su futuro en el Consejo Europeo de ayer y hoy. Ha superado el veto de Hungría y Polonia al presupuesto -el Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-27- que lleva incluido el Fondo de Recuperación y, en segundo término, ha acordado una reducción de los gases efecto invernadero en un 55% en 2030 frente al 40% que tenía previsto hasta ahora. De los tres grandes problemas con los que empezó la cumbre dos quedaron resueltos, y el tercero, el Brexit, queda pendiente hasta el domingo, aunque los líderes se mostraron claramente pesimistas sobre un solución inmediata.

La superación del veto ha sido posible gracias a una propuesta de la presidencia semestral de Alemania que permite seguir vinculando el reparto de fondos al respeto al Estado de derecho, pero en caso de sanción se autoriza a consultar primero al Tribunal de Justicia la Unión Europea. Ese acuerdo desbloquea 1,8 billones de euros para el período en el que está en el Fondo de Recuperación Next Generation EU que supondrá por primera vez que la UE pedirá dinero prestado para impulsar el desarrollo económico de los países más afectados por la pandemia. Los dos que recibirán las cantidades más importante serán Italia y España. El Fondo -que parte serán subvenciones directas y parte préstamos- estará listo a lo largo del próximo año, porque ahora queda pendiente la aprobación interna en cada uno de los países del MFP y después la puesta en m archa del proceso para recaudar el dinero y elaborar los planes nacionales. Al menos el 30% de ese fondo tendrá que ir destinado a acciones con fines medioambientales.

Y precisamente el otro gran acuerdo de la cumbre de presidentes y primeros ministros, tras una larga noche de negociación, ha sido aceptar la propuesta de la Comisión para reducir en un 55% las emisiones de Co2. La clave ha sido vencer la resistencia de los países del este de Europa (Polonia, República Checa, principalmente) que son muy dependientes del carbón y de la industria pesada. No ha trascendido aún las condiciones del acuerdo y si esos países han tenido alguna compensación extraordinaria para aceptar una reducción tan drástica y tan rápida. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, subrayó al acabar el cónclave que nuestro país está con los que defienden una transición ecológica intensa “por solidaridad intergeneracional” y considera que la UE está a la altura en esta materia y espera que el nuevo presidente de Estados Unidos se reincorpore al Pacto del Clima de París.

VACUNACIONES y SAHARA

La cumbre también trató sobre la posibilidad de poner en marcha un calendario coordinado para las vacunaciones “tal como ha defendido España” según Sánchez. Para el presidente español la gestión de Bruselas en la compra de vacunas ha sido “una historia de éxito” y añadió que en el supuesto que sobren vacunas, como parece casi seguro, la UE está de acuerdo en entregarlas a terceros países sin recursos por “solidaridad”.

La cumbre también abordó, a petición de España, las relaciones con la vecindad sur, los países africanos, para buscar soluciones que frenen la presión migratoria pero que también aborden otros asuntos según el presidente español como “la economía, la transición ecológica o la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres”. Y en este punto el presidente insistió en la “excelente” relación con Marruecos. Reiteró que la posición de España respecto al conflicto del Sahara “sigue siendo la misma: respeto por las resoluciones de la ONU” al ser preguntado por el cambio de criterio de Estados Unidos que reconoce la soberanía de Marruecos sobre ese antiguo territorio colonial español.

Los líderes también llegaron a acuerdos sobre la actitud que van a adoptar frente a las continuas provocaciones de Turquía y que “están dentro de un diálogo constructivo como viene defendiendo España” según Pedro Sánchez.

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