“Vox, ¿y tus líneas rojas?”. Esta es la pregunta que encabeza la nueva campaña de Hazte Oír, con la que alerta de que el partido “podría comenzar a ceder en cuestiones de calado ideológico” en sus negociaciones para la formación de un gobierno junto al PP en Castilla y León. “Las palabras, los programas, los discursos en los mítines se los lleva el viento”, critica la asociación, que no esconde su malestar por esta situación.
“Ahora, para Vox no existen líneas rojas. Ni siquiera la derogación de las leyes de Violencia de Género y la de Memoria Histórica que son las que más incomodan al PP. ¿Pactarán una ley LGTBI regional con Mañueco? No podemos fiarnos ya”, sostiene. Según afirma, Abascal y los suyos “abren la puerta a la vicepresidencia de la Junta de Castilla y León a cambio de no tener líneas rojas y ceder en los aspectos ideológicos”. “¿No te recuerda a cuando Ayuso y Monasterio pactaron los presupuestos de Madrid sin tocar ni una sola ley ideológica progre?”, se pregunta.
En su opinión, “el PP es ahora mismo un partido débil, sin líder, muy tocado por el escándalo y castigado en las encuestas” y “es la hora de apretar a Mañueco”. “Pueden mostrarse fuertes y reivindicar lo que hasta ahora nunca nadie ha conseguido: derogar las leyes intocables de la izquierda y dar carpetazo al proyecto de ley LGTBI”, destaca la asociación, para quien es el momento de derogar las mencionadas normas.
Con la vista puesta en la constitución de las Cortes de Castilla y León, señalan que “es ahora o nunca” y si Vox “flaquea”, entonces, apunta, “habrán renunciado a sus propias promesas electorales en las que aseguraban que la derogación de estas leyes era un punto innegociable de su programa”. Ante esto mandan un “contundente” mensaje al partido: “Si Vox deja claro que su precio para apoyar al PP es la derogación de las leyes progresistas, España empezará, por fin, a retomar la senda de la defensa de la familia, la vida y la libertad”.
El pasado 14 de febrero, en plena resaca de las elecciones en esta comunidad, el candidato del partido a esos comicios, Juan García-Gallardo, quiso dejar claro que “no voy a regalar los votos a nadie”. Dicho esto, puso sobre le mesa algunas de sus exigencias al PP a la hora de negociar. Entre ellas, la derogación de la ley de violencia de género y memoria histórica en Castilla y León. Sin embargo, días después desde el partido han negado que estas cuestiones sean ‘líneas rojas’ a la hora de hablar.
Vox y la “estrategia de la ‘derechita cobarde’ del PP”
Las tensiones entre Hazte Oír y Vox saltaron ya durante la propia campaña a la cita en las urnas de esta región. La negativa del partido a comprometerse por escrito “ante sus votantes”, a través de un cuestionario, “a defender la vida, la familia, a frenar las leyes totalitarias LGTBI y liberar a los ciudadanos del yugo del adoctrinamiento de la izquierda” provocó un sonado enfrentamiento.
El caso omiso de la formación a esto no gustó nada a esta asociación. “Vox, como el PP, comienza a dar señales de no querer comprometerse con los valores que dicen defender”, afirmó ante el “silencio” de los de Abascal. “No creo que la decisión de volvernos la espalda sea una decisión acertada”, llegó a avisar este ‘lobby’ ultraconservador, que criticó que el partido prefiera “adoptar la estrategia de la ‘derechita cobarde’ del PP”.
Según Hazte Oír, “Vox no debe convertirse ni en un partido subordinado del PP ni en su clon”. “Con una ‘derechita cobarde’ tenemos más que de sobra”, remarcó en plena carrera a estas elecciones.
