La resolución del Popular vuelve a dejar en entredicho el mercado de CDS

La resolución del Popular vuelve a dejar en entredicho el mercado de CDS

Las demandas de los bonistas del Popular podrían limitar el cobro de los inversores que compraron los CDS.

Banco Popular

Sobre el papel, los credit default swaps (CDS) son unos títulos que aseguran los bonos de una empresa ante el riesgo de quiebra. Sin embargo, este papel está cada vez más en entredicho a raíz de la resolución de Banco Popular, que ha vuelto a poner en evidencia las dificultades para cobrar en estos productos.

Según publica Financial Times, un comité de la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (Isda por sus siglas en inglés) está recabando información sobre si el derecho de los tenedores de bonos a acudir a los tribunales tras el colapso del banco español podría verse como un activo que en última instancia limitaría cualquier pago a los propietarios del CDS.

En una comparación un poco burda, es similar a si una compañía aseguradora descontase la posibilidad de que un cliente demandase al ladrón del dinero total a pagarle en el caso de que su casa fuese desvalijada.

Aunque que el uso de derivados de crédito ha disminuido desde la crisis financiera, sigue siendo un mercado de 10 billones de dólares, señala el diario británico. Pero el episodio del Popular destaca que a pesar de las revisiones recientes, el instrumento todavía tiene desventajas cuando se trata de su supuesto propósito inicial: asegurar los bonos contra un default.

La paradoja del mercado de CDS es que es uno de los menos seguros pese a estar consagrado al aseguramiento de créditos. El hecho de que sean títulos negociables permite que muchos inversores compren contratos de CDS sobre bonos que no poseen, algo que sería impensable en el anterior ejemplo del seguro de vivienda, ya que daría pie a sospechas de actuaciones de mala fe.

De hecho, las preocupaciones por este juego sucio siempre están sobre la mesa, dado que grandes fondos que compran y venden estos títulos también tienen en sus manos el destino de las compañías involucradas, ofreciéndoles -o reteniéndoles- financiación.

Ahora, el reciente caso del Popular ha causado una consternación particular porque las reglas del mercado de CDS se reescribieron en 2014 ostensiblemente para solucionar los fallos importantes en el proceso de subasta. Estas subastas ven a los traders pujar por los bonos incumplidos y otros activos para determinar su valor, decidiendo el nivel de pago que reciben los compradores de CDS.

“Es el mayor problema en CDS y sería mucho mejor si siempre tuviera un pago del 100%”, señala un analista de un hedge fund de crédito a Financial Times. “Apenas se sabe los que se va a conseguir en la subasta”.

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