La OCDE recomienda poner coto a las pensiones de viudedad

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La OCDE recomienda poner coto a las pensiones de viudedad

La institución que dirige Ángel Gurría considera que las pensiones de viudedad no deben “desincentivar” el acceso al mercado laboral.

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La Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica (OCDE) ha recomendado a sus países miembro poner coto a las pensiones de viudedad dentro de las recomendaciones que ha lanzado en su informe ‘Perspectivas de las Pensiones 2018’ que ha presentado hoy en París.

El informe señala que los gobiernos se enfrentan a varios “desafíos”, incluyendo el envejecimiento de la población, los bajos rendimientos de los ahorros para la jubilación, el bajo crecimiento económico, las carreras de empleo menos estables y una cobertura insuficiente entre algunos grupos de trabajadores. “Estos problemas han erosionado la creencia de que los sistemas de pensiones cumplirán sus promesas una vez que los trabajadores alcancen la edad de jubilación”, señala la institución.

“La reforma de las pensiones sigue siendo un desafío continuo, ya que los países deben garantizar que las personas obtengan una pensión adecuada y que al mismo tiempo se mantenga asequible”, ha señalado el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.

Entre las recomendaciones de la OCDE se encuentra una reforma de las pensiones de viudedad, que “siguen desempeñando un papel importante para suavizar los estándares de vida después de la muerte de una pareja. Sin embargo, no deben redistribuirse de solteros a parejas ni limitar los incentivos para trabajar”.

“Las pensiones de viudedad deberían centrarse más claramente en suavizar el nivel de vida de los viudos, un objetivo político necesario, al mismo tiempo que limitar los desincentivos para participar en el mercado laboral y eliminar cierta redistribución entre los hogares que es difícil de justificar”, apunta en su informe la OCDE. A juicio de la institución, los individuos que estén viviendo en pareja se benefician de “economías de escala” y deberían cobrar una cantidad menor que aquellos jubilados que vivan solos o estén solteros. De esta forma, se equilibraría el gasto de las pensiones de viudedad.

Además de esta reforma, la OCDE apuesta por que las pensiones de viudedad no se cobren de por vida a menos que la persona que la vaya a recibir esté ya jubilada. “En su lugar, a edades más tempranas un beneficio temporal debería ser accesible tras la muerte de la pareja para ayudar a la persona viuda a adaptarse a la nueva situación”.

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