La inflación enciende las alarmas: el mercado anticipa tasas de dos dígitos en los próximos meses

Macroeconomía

La inflación enciende las alarmas: el mercado anticipa tasas de dos dígitos en los próximos meses

La guerra está haciendo que los precios de las materias primas se disparen y alteren más las cadenas de suministro.

Supermercado alimentos precios compras comida

Una mujer hace la compra en un supermercado

La subida de la inflación empezaba a ser un quebradero de cabeza ya antes de la guerra en Ucrania, pero la agresión rusa a su país vecino ha echado más combustible al fuego. Los precios de la energía y los alimentos se han disparado y se mantendrán elevados al menos mientras dure el conflicto, alimentando además los temidos efectos de segunda ronda. Un entorno en el que los analistas comienzan a dar por descontado una inflación de dos dígitos para los próximos meses, antes de que se inicie la moderación.

“La inflación en la eurozona ya estaba en marcha antes de que comenzara la guerra en Ucrania”, advierten los analistas de ING Bert Coljin y Carsten Brzeski en un informe. Las múltiples perturbaciones de la oferta debidas a la pandemia impulsaron la tasa de inflación general hasta el 5,9% interanual en febrero. El fuerte repunte económico, respaldado por un amplio apoyo fiscal y monetario, amplió el caldo de cultivo para una transmisión más duradera de los precios de producción a los consumidores, y se esperaba que la inflación general se mantuviera en niveles elevados al menos durante el verano, en lugar de retroceder gradualmente”.

“La guerra en Ucrania se suma ahora a estas presiones, tanto en lo que respecta al nivel de inflación como a su duración, ya que los precios de la energía y las materias primas se han disparado desde enero, y las cadenas de suministro se han vuelto a interrumpir. Estas viejas y nuevas presiones inflacionistas también han aumentado el riesgo de que se materialicen más efectos de segunda vuelta a corto plazo”.

Los precios de la energía

La inflación ha aumentado sobre todo por los precios de la energía, explican los expertos del banco holandés. “En primer lugar, asistimos a un repunte de los precios de la energía desde el primer mínimo del cierre, después se aceleró por las bajas reservas de gas europeas del pasado otoño y, por último, el período de guerra en Ucrania provocó nuevas subidas de los precios de la energía, incluido el petróleo”. Esta acumulación de shocks en los precios de la energía ha permitido que la inflación energética se dispare hasta el 32%. “Esto no sólo representa más de la mitad de la tasa de inflación actual, sino que también se suma a un aumento significativo de los precios de producción de bienes y servicios”, alertan los autores.

ING augura que en marzo se producirá un nuevo aumento de la inflación energética y los meses venideros seguirán siendo impulsados por graves efectos de base. “La inflación de la energía, que se esperaba que tuviera una tendencia a la baja desde finales del año pasado, se ha convertido ya en un motor clave de la narrativa de la subida para 2022. Las previsiones basadas en los futuros del petróleo y el gas actuales conducen a una contribución de la energía a la inflación general del 2,7%. Si se proyectan los precios al contado actuales, la contribución de la energía sería incluso del 3,5%”.

Los precios de los alimentos

En lo que respecta a los precios de los alimento, “la guerra no ha hecho más que agravar los problemas, ya que Ucrania y Rusia son exportadores clave de trigo al mercado de la eurozona”. “Con los precios mundiales de los alimentos de nuevo disparados, parece que la inflación alimentaria tiene más recorrido. Para marzo y abril, ya esperamos que la inflación de los alimentos añada alrededor de 1 punto porcentual a la inflación general y podría ser que esto aumente aún más a causa del conflicto”, apunta ING.

Cadena de suministros y reapertura tras el Covid

Pero no solo han aumentado los precios de los alimentos y la energía, sino que la inflación subyacente también ha aumentado. “El aumento más reciente de los precios de la energía y los alimentos también ha ido acompañado de un aumento de los precios de los bienes derivado de los problemas de la cadena de suministro”, explican los analistas. “Los problemas de transporte han hecho que los precios de los contenedores se multipliquen con respecto a los precios anteriores a la crisis, y la escasez ha hecho que se disparen los precios de varios insumos”.

“Aunque los problemas de la cadena de suministro habían disminuido desde noviembre y la escasez de insumos estaba bajando, recientemente han vuelto a aparecer. La guerra en Ucrania y los nuevos cierres en China vuelven a agravar las interrupciones de la cadena de suministro, lo que podría mantener la presión sobre los precios de los bienes de consumo durante más tiempo del previsto inicialmente”. “Dado que las interrupciones de la cadena de suministro van a durar al menos hasta el verano, creemos que la inflación de los bienes seguirá siendo elevada al menos hasta el tercer trimestre de este año. Sin embargo, no esperamos que las tasas de inflación sean mucho más altas, ya que el impacto de la desaceleración de la demanda debido a la reducción del poder adquisitivo que experimentan actualmente los consumidores va a amortiguar la inflación”.

Los precios de los servicios también han tendido al alza, “principalmente gracias a la reapertura de las economías ahora que la pandemia está en una fase menos restrictiva”. ING cree que “no deberíamos esperar demasiado del efecto de reapertura de la inflación de aquí en adelante, especialmente porque los salarios reales están siendo exprimidos en este momento”. Sin embargo, “esto no significa que no vaya a haber un nuevo aumento de la inflación de los servicios de aquí en adelante. Aunque los efectos de la reapertura se han desvanecido, los efectos secundarios del aumento de los precios de la energía y, en algunos sectores de servicios, de los salarios, están a punto de ser valorados. Esto podría llevar a una inflación de los servicios por encima de la tendencia en los próximos meses”.

Repunte hasta una tasa de dos dígitos

Teniendo en cuenta estos factores, Colijn y Brzeski avisan de que “se espera que la inflación tienda a ser más alta a corto plazo de lo que se esperaba, una vez más”. “La guerra está haciendo que los precios de las materias primas se disparen aún más y alteren más las cadenas de suministro. No se sorprenda si el pico de inflación de la eurozona alcanza los dos dígitos en los próximos meses, antes de volver a tender a la baja. La acumulación de impactos sobre la oferta hace que la economía sea mucho más receptiva a los efectos de transmisión que pueden mantener la tendencia al alza de la inflación durante más tiempo”.

A la espera de que la próxima semana Eurostat publique los datos adelantados de marzo, la tasa anual de inflación de la eurozona escaló hasta el 5,9% en febrero, la más alta de la historia del bloque comunitario.

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