La inflación de la eurozona deja de desacelerarse y complica el trabajo al BCE

Inflación

La inflación de la eurozona deja de desacelerarse y complica el trabajo al BCE

España y Bélgica , los países del bloque con menor incremento de los precios, con un 2,4% en ambos casos.

Christine Lagarde, presidenta del BCE

Christine Lagarde, presidenta del BCE

La inflación de la eurozona se mantuvo estable en agosto en el 5,3%, un dato que ha decepcionado al mercado, que esperaba un debilitamiento de dos décimas. Este parón en la ralentización de precios agudiza el dilema al que se enfrentan los responsables del BCE, que tendrán que sopesar si las presiones inflacionistas son demasiado persistentes para arriesgarse a tomar una pausa en las subidas de tipos de interés en la reunión de política monetaria de septiembre.

El dato adelantado hoy por Eurostat, el mismo que el mes de julio, supone el menor encarecimiento de precios desde enero de 2022, pero aún supera en dos veces y media el objetivo de la autoridad monetaria. Ha sido consecuencia fundamentalmente de la evolución de los precios de la energía, que bajaron un 3,3% en agosto frente al retroceso del 6,1% de julio, mientras que el encarecimiento de los alimentos frescos se moderó al 7,8% desde el 9,2%.

Al excluir del cálculo el impacto de la energía, la tasa interanual de inflación de la zona euro en agosto se situó en el 6,3%, frente al 6,7% del mes anterior, mientras que, al dejar fuera también el impacto del precio de los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente de inflación se moderó al 5,3% desde el 5,5%, su nivel más bajo desde mayo.

La inflación subyacente es el indicador más relevante para el BCE, que en dos semanas tendrá que decidir si la desaceleración económica de la eurozona podrá enfriar suficientemente las presiones sobre los precios. De no ser así, la autoridad monetaria podría subir el precio del dinero por décima vez consecutiva, situando el tipo de depósito en un récord del 4%.

Este jueves, Isabel Schnabel, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, aseguró en este sentido que “las presiones subyacentes sobre los precios siguen siendo obstinadamente altas”.

Aun así, reconoció que las perspectivas económicas para el bloque del euro son más nefastas de lo que el banco central auguró en junio y que no podía decir «dónde estará la tasa máxima, o durante cuánto tiempo tendrán que mantenerse las tasas en niveles restrictivos».

La propia presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha evitado hacer una declaración de intenciones clara, mientras que algunos de los miembros del Consejo más duros, los conocidos como halcones, ya han señalado su preferencia por sumar otro cuarto de punto a los tipos.

ESPAÑA y BÉLGICA, LOS PAÍSES CON MENOR SUBIDA DE PRECIOS

Entre los Veinte, las tasas anuales de inflación más bajas se registraron en Bélgica y España (ambos 2,4%), mientras que las subidas más intensas de los precios correspondieron a Eslovaquia (9,6%), por delante de Croacia (8,5%) y de Austria (7,6%).

No obstante, la tasa de inflación armonizada española ha subido tres décimas desde julio, cuando se situó en el 2,1%, reduciendo el diferencial de precios favorable respecto de la media de la eurozona a 2,9 puntos porcentuales, frente a los 3,2 del mes anterior.

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