La industria china sufre una nueva contracción en abril en plena guerra arancelaria con EEUU

La industria china sufre una nueva contracción en abril en plena guerra arancelaria con EEUU

El PMI manufacturero cae por debajo de los 50 puntos en todos los tamaños empresariales, reflejando la presión de los aranceles impuestos por Washington.

Imagen de una grupo portando un contenedor en un puerto en China. - EXTENDA
Imagen de una grupo portando un contenedor en un puerto en China. - EXTENDA
La actividad industrial en China se contrajo nuevamente en abril, en un contexto marcado por la escalada de la guerra comercial entre EEUU y China, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística del gigante asiático.. El índice PMI manufacturero, que mide la salud del sector, cayó por debajo del umbral de crecimiento en todos los segmentos empresariales, acentuando las señales de debilidad en la segunda economía mundial. La presión arancelaria golpea al corazón industrial chino El PMI (Purchasing Managers Index), que se considera una referencia clave para evaluar la evolución económica, retrocedió en abril a 49,2 puntos en las grandes empresas, dos unidades menos que el mes anterior. Las medianas compañías marcaron 48,8 puntos (una caída de 1,1 puntos), mientras que las pequeñas empresas descendieron hasta los 48,7 puntos, perdiendo 0,9 respecto a marzo. Un PMI superior a 50 indica expansión de la actividad; por debajo de esa cifra, refleja contracción Estos datos confirman un enfriamiento del sector manufacturero, especialmente sensible a los cambios en el comercio internacional, en medio de un entorno geopolítico cada vez más tenso. Aranceles en escalada: del 10% al 145% en apenas tres meses La contracción industrial se produce en plena intensificación de la guerra arancelaria entre Pekín y Washington. Todo comenzó en febrero, cuando el entonces presidente de EEUU, Donald Trump, impuso un arancel del 10% a todas las importaciones chinas. Apenas un mes después, los aranceles aumentaron al 20%, iniciando una espiral de represalias. Actualmente, las tasas arancelarias de EEUU sobre productos chinos han alcanzado el 145%, mientras que China ha respondido con tarifas de hasta el 125% sobre las importaciones estadounidenses. Esta guerra de aranceles está distorsionando las cadenas globales de suministro, encareciendo los costes de producción y reduciendo la competitividad internacional de ambas potencias Consecuencias globales y señales de alarma La situación no solo afecta a China y EEUU. Las tensiones comerciales están alimentando la incertidumbre económica global, afectando a mercados emergentes y economías desarrolladas por igual. Inversionistas y empresas temen una prolongación del conflicto, que podría derivar en una desaceleración económica a escala global. El retroceso del PMI chino es observado con atención desde Europa y América Latina, cuyas exportaciones dependen en parte del dinamismo del comercio con Asia.

La actividad industrial en China se contrajo nuevamente en abril, en un contexto marcado por la escalada de la guerra comercial entre EEUU y China, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística del gigante asiático.

El índice PMI manufacturero, que mide la salud del sector, cayó por debajo del umbral de crecimiento en todos los segmentos empresariales, acentuando las señales de debilidad en la segunda economía mundial.

La presión arancelaria golpea al corazón industrial chino

El PMI (Purchasing Managers Index), que se considera una referencia clave para evaluar la evolución económica, retrocedió en abril a 49,2 puntos en las grandes empresas, dos unidades menos que el mes anterior. Las medianas compañías marcaron 48,8 puntos (una caída de 1,1 puntos), mientras que las pequeñas empresas descendieron hasta los 48,7 puntos, perdiendo 0,9 respecto a marzo.

Un PMI superior a 50 indica expansión de la actividad; por debajo de esa cifra, refleja contracción

Estos datos confirman un enfriamiento del sector manufacturero, especialmente sensible a los cambios en el comercio internacional, en medio de un entorno geopolítico cada vez más tenso.

Aranceles en escalada: del 10% al 145% en apenas tres meses

La contracción industrial se produce en plena intensificación de la guerra arancelaria entre Pekín y Washington. Todo comenzó en febrero, cuando el entonces presidente de EEUU, Donald Trump, impuso un arancel del 10% a todas las importaciones chinas. Apenas un mes después, los aranceles aumentaron al 20%, iniciando una espiral de represalias.

Actualmente, las tasas arancelarias de EEUU sobre productos chinos han alcanzado el 145%, mientras que China ha respondido con tarifas de hasta el 125% sobre las importaciones estadounidenses.

Esta guerra de aranceles está distorsionando las cadenas globales de suministro, encareciendo los costes de producción y reduciendo la competitividad internacional de ambas potencias

Consecuencias globales y señales de alarma

La situación no solo afecta a China y EEUU. Las tensiones comerciales están alimentando la incertidumbre económica global, afectando a mercados emergentes y economías desarrolladas por igual. Inversionistas y empresas temen una prolongación del conflicto, que podría derivar en una desaceleración económica a escala global.

El retroceso del PMI chino es observado con atención desde Europa y América Latina, cuyas exportaciones dependen en parte del dinamismo del comercio con Asia.

Más información

El presidente de EEUU, Donald Trump, ha lanzado duras críticas contra la Universidad de Harvard, acusándola de emplear fondos federales para formar a estudiantes…
Las Fuerzas Armadas rusas lanzaron durante la madrugada del domingo un ataque coordinado sobre Kiev y otras zonas del país. Según las autoridades, se…
En un nuevo giro de la guerra entre Israel y Hamás, el Ejército israelí ha confirmado que el conjunto de sus principales unidades de…