La factura eléctrica fue en 2022 la más cara de la historia: 1.539 euros para el usuario medio

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La factura eléctrica fue en 2022 la más cara de la historia: 1.539 euros para el usuario medio

Durante 2022 se han pagado los tres recibos más caros a nivel histórico. La factura del usuario medio alcanzó en marzo los 176,73 euros, en agosto 158,30 y en julio 142,40.

Factura luz bombilla electricas

La factura de la luz fue en 2022 la más cara de la historia. Así se desprende de un análisis de FACUA-Consumidores en Acción sobre la evolución de la tarifa semirregulada de la electricidad (PVPC), que señala que el usuario medio pagó 1.538,53 euros el año pasado, un 37,9% por encima de los 1.116,04 euros de 2021.

 

Los dos últimos años se sitúan, de esta manera, “en las primeras posiciones del ranking”. Según esta organización de consumidores, “muy atrás quedan los 958,41 euros de 2012, el que hasta hace poco había sido el año en el que se batieron todos los récords y que ahora queda relegado al tercer puesto del ranking dadas las cifras de 2021 y 2022”.

La factura anual de 2022 representó para el usuario medio (que según los análisis de FACUA consume 366 kWh mensuales y tiene una potencia de 4,4 kW) “un 60,5% que la de hace una década”. Si se realiza la comparativa con 2002, cuando la cifra se situó en 513,96 euros, el incremento representa el 199,3%.

Asimismo, durante 2022 se han pagado los tres recibos más caros a nivel histórico. La factura del usuario medio alcanzó en marzo los 176,73 euros, en agosto 158,30 euros y en julio 142,40 euros.

Ante esto, FACUA muestra su “satisfacción” ante la propuesta del Gobierno a Bruselas de sacar la nuclear y la hidroeléctrica de la subasta marginalista. “Se trata de una de las reivindicaciones que la asociación trasladó a Teresa Ribera en 2021 y que inicialmente no fue aceptada por la vicepresidenta”, recuerda.

Esta organización reclama al Ejecutivo que exija a la Comisión Europea que ponga “punto y final” a la subasta marginalista, “un mecanismo por el que tecnologías de generación eléctrica extraordinariamente baratas acaban costando a los consumidores lo mismo que las más caras, las cuáles además incrementan artificialmente sus precios”.

Junto a la reforma planteada a Bruselas, ve “esencial que una medida tan importante para proteger a los consumidores más vulnerables como el bono social tenga la debida difusión, dado que año tras año las cifras constatan que la gran mayoría de sus beneficiarios potenciales no lo solicitan”. “No lo hacen porque desconocen su existencia y características o debido a que creen que no tienen derecho a recibirlo”, afirma.

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