La cuenta atrás de la investidura: Sánchez tiene un mes para evitar unas nuevas elecciones

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La cuenta atrás de la investidura: Sánchez tiene un mes para evitar unas nuevas elecciones

PSOE y Unidas Podemos mantienen su pulso a la espera de que el presidente del Gobierno en funciones retome sus contactos con los partidos.

Pedro Sánchez

Se ha activado la cuenta atrás. Pedro Sánchez tiene un mes para tratar de reunir los apoyos necesarios con los que ser investido y sortear unas nuevas elecciones generales, las cuartas en cuatro años. El presidente del Gobierno en funciones tiene hasta el lunes 23 de septiembre para llegar a un acuerdo. De no lograr este objetivo el 24 de septiembre el Rey disolverá las Cortes y el BOE publicará la convocatoria electoral para esta nueva cita en las urnas, que sería el 10 de noviembre. Y a tenor del pulso que mantiene con Unidas Podemos este escenario parece el más probable.

El jefe del Ejecutivo regresó este miércoles a La Moncloa tras pasar unos días de vacaciones. Sobre su mesa de trabajo le esperaba la nada fácil tarea de conseguir los votos suficientes para ser investido en el Congreso. Algo que no logró a finales de julio, cuando solo contó con 124 votos a favor (el ‘sí’ de los diputados del PSOE y del único parlamentario del PRC). No consiguió convencer a nadie más. Unidas Podemos, ERC, PNV, EH-Bildu y Compromís se abstuvieron.

El reloj corre y nada se sabe sobre los encuentros que el presidente del Gobierno quiere mantener con las formaciones “susceptibles” de poder apoyar su investidura. No se ha confirmado fecha, por ejemplo, para verse con el PNV, aunque el socialista podría aprovechar su participación en la cena oficial de la cumbre del G7 y hacer un alto en el País Vasco para hablar con los jeltzales. Del resto, sin noticias.

Hasta “finales de agosto o principios de septiembre”, según anunció él mismo, no se reunirá con el partido de Pablo Iglesias para abordar la posibilidad de una nueva investidura. Sánchez parece no tener prisa y esto ha provocado críticas desde las filas de Unidas Podemos. La relación entre ambos partidos se encona por momentos con cruces de reproches.

Este choque ha quedado de manifiesto esta misma semana a raíz de la nueva oferta enviada por los morados al PSOE. En ella se insiste en un Gobierno de coalición y se plantean hasta cuatro fórmulas para este Ejecutivo en común, que pasan todas ellas por ocupar una vicepresidencia y tres ministerios. La reacción de Ferraz no se hizo esperar y ese mismo día despachó la propuesta con un rotundo ‘no’.

Los socialistas calificaron de “inviable” la fórmula defendida por Iglesias y los suyos de un Ejecutivo con representantes de ambas formaciones e invitó al grupo confederal a “explorar” otras opciones “que faciliten un Gobierno y programa progresistas”. Para el PSOE este texto de 119 páginas de Unidas Podemos “cuenta con muchas de las medidas que ya formaron parte del discurso de investidura” del presidente del Gobierno en funciones, pero “no hay ningún avance respecto a la posición que Unidas Podemos ha mantenido desde el principio”.

La desconfianza es absoluta. Y esto deja la investidura en punto muerto, por lo menos, por ahora.

Sánchez guarda silencio en su reaparición

El presidente del Gobierno en funciones reapareció este miércoles tras sus vacaciones y lo hizo para visitar las zonas afectadas por el incendio en Gran Canaria, donde guardó silencio en torno a las negociaciones sobre la investidura. Sánchez eludió cualquier comentario al respecto y se limitó a hablar sobre el fuego que ha arrasado la zona.

“Ya habrá otro momento” para responder al documento enviado por Unidas Podemos, dijo únicamente.

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