La Comisión propone nuevas reglas para las crisis bancarias y la protección de depósitos

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La Comisión propone nuevas reglas para las crisis bancarias y la protección de depósitos

En el último Consejo Europeo los líderes urgieron a los dirigentes comunitarios a seguir impulsando la unión bancaria dentro de la Unión Europea (UE).

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La Comisión Europea (CE) ha anunciado hoy nuevas medidas para reforzar el marco de gestión de las crisis bancarias y de la garantía de depósitos. La propuesta pone el acento sobre todo en los bancos medianos y pequeños, que son los que más riesgo corren en casos de crisis.

Después de los últimos acontecimientos en el sector bancaria, tanto en Estados Unidos como en Suiza, las autoridades europeas han avanzado más rápidamente de lo previsto en esta serie de medidas que aun tardarán unos meses en entrar en vigor. En el último Consejo Europeo los líderes urgieron a los dirigentes comunitarios a seguir impulsando la unión bancaria dentro de la Unión Europea (UE).

La Comisión cree que el sector se ha hecho más resiliente en los últimos años porque las entidades están capitalizadas, gozan de liquidez y están supervisadas. Y se confirma que los ahorradores tienen protegidos 100.000 euros con independencia de en qué banco y en qué país europeo estén depositados, pero no habrá por el momento un fondo único en la eurozona. Esos fondos seguirán siendo nacionales.

La idea principal es que los bancos medianos y pequeños acuden a soluciones ajenas al marco europeo cuando entran en quiebra como recurrir al dinero de los contribuyentes y no a los recursos internos de la entidad o a las redes privadas como el sistema de garantía de depósitos y los fondos de resolución. Ahora se establecen soluciones para organizar la salida ordenada del mercado de un banco en quiebra de cualquier tamaño y modelo de negocio, con varias herramientas. En particular, facilitará el uso de redes de seguridad financiadas por el sector para proteger a los depositantes en las crisis bancarias, por ejemplo, transfiriéndolos de un banco en dificultades a otro sano. Eso es exactamente lo que se ha hecho en Suiza cuando estalló la crisis de Credit Suisse.

La primera actuación está destinada a preservar la estabilidad financiera y proteger el dinero de los contribuyentes. Se basa en redes de seguridad financiadas por el sector (como los sistemas de garantía de depósitos y los fondos de resolución), y trata de proteger mejor a los contribuyentes, que no tienen que intervenir para preservar la estabilidad financiera. Los sistemas de garantía de depósitos sólo pueden utilizarse con este fin después de que los bancos hayan agotado su capacidad interna de absorción de pérdidas, y sólo para los bancos que ya estaban destinados a la resolución en primer lugar.

En segundo término, se intenta que cualquier crisis no afecte a los clientes, de modo que, en un caso de liquidación, puedan seguir accediendo a sus cuentas transfiriéndolas a otra entidad. Proteger la economía real del impacto de la quiebra bancaria.

Protección de los depositantes

El nivel de cobertura de 100.000 euros por depositante y banco, establecido en la Directiva sobre sistemas de garantía de depósitos, se mantiene en su totalidad. Y la propuesta armoniza aún más las normas de protección de los depositantes en toda la UE. El nuevo marco amplía esa solución a depositantes como las entidades públicas (hospitales, escuelas, municipios), así como al dinero de los clientes depositado en determinados tipos de fondos de clientes (sociedades de inversión, entidades de pago, entidades de dinero electrónico). También se incluyen medidas adicionales para armonizar la protección de los saldos elevados temporales en cuentas bancarias superiores a 100.000 euros vinculados a acontecimientos vitales específicos (como herencias o indemnizaciones de seguros). Pero no establece un fondo único para los países que utilizan el euro como moneda por las reticencias a mutualizar pérdidas de los estados del norte, principalmente Alemania y Holanda.

A partir de ahora el Parlamento Europeo y el Consejo estudiarán la propuesta e introducirán probablemente algunos cambios antes de que pueda entrar en vigor. Con toda seguridad los debates sobre esta materia serán muy intensos en los próximos meses, dada la importancia que tiene el sector en la economía comunitaria.

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