La posibilidad de un encuentro en Alaska entre los líderes de Estados Unidos, Rusia y Ucrania ha comenzado a ganar fuerza en Washington. Según NBC News, la administración de Trump ve la invitación a Zelenski como un gesto diplomático relevante, aunque la prioridad inmediata es la cumbre con Putin prevista para el 15 de agosto. Este eventual encuentro se produciría tras meses de acercamientos bilaterales y multilaterales que han reducido la tensión entre Moscú y Washington.
Este encuentro marcará un nuevo paso en el deshielo entre Washington y Moscú tras años de tensiones
Expectativa por un encuentro trilateral
Un alto funcionario estadounidense aseguró que la participación de Zelenski es “absolutamente” posible y que en la Casa Blanca “todo el mundo tiene muchas esperanzas” de que ocurra. No obstante, matizó que la planificación de la reunión Trump-Putin sigue siendo el foco central.
La cumbre del 15 de agosto en Alaska será la primera reunión presencial entre ambos mandatarios desde que Trump regresó a la Casa Blanca.
Las conversaciones han derivado en acuerdos para garantizar servicios bancarios y financieros sin trabas para las embajadas, así como facilitar visados y desplazamientos de diplomáticos
Meses de negociaciones previas
El deshielo comenzó el 12 de febrero con una llamada telefónica entre Trump y Putin, la primera en su nuevo mandato. Seis días después, enviados de ambos países se reunieron en Riad. Posteriormente, el 27 de febrero y el 10 de abril, las delegaciones celebraron dos rondas de consultas en Estambul centradas en el funcionamiento de las misiones diplomáticas.
Durante este tiempo, Putin también ha mantenido varios encuentros con el enviado especial estadounidense Steve Witkoff.
La inclusión de Kiev enviaría un mensaje de cooperación internacional en un momento de tensiones y redefinición de alianzas
Un posible papel para Kiev
Los avances en la relación bilateral han abierto la puerta a que Ucrania forme parte de este proceso. Fuentes diplomáticas señalan que, si Zelenski acude a Alaska, podría impulsarse un marco de diálogo más amplio que incluya la guerra en Ucrania y la seguridad regional.