La burbuja desplaza también a los estudiantes: no encuentran habitación ni fuera del centro

La burbuja desplaza también a los estudiantes: no encuentran habitación ni fuera del centro

El portal Uniplaces asegura que en barrios normalmente asequibles y con mucho alquiler compartido cada vez es más difícil lograr un precio razonable.

Estudiantes

La burbuja del alquiler también la sufren quienes solo buscan arrendar una habitación. Hasta el 80% de los que buscan alquilar habitaciones en ciertas zonas de ciudades españolas no lo consigue.

Según los datos recabados por Uniplaces, dedicada al alquiler de habitaciones para estudiantes, Tetuán es el barrio madrileño más difícil para conseguir arrendar un cuarto al precio que cada usuario se marca: el 80% de los que buscan no encuentra.

Le siguen el barrio de Salamanca, donde sólo el 32% consigue alquilar una habitación con las características que busca, y la zona de Embajadores, donde hay un 63% de jóvenes que, aunque quieren vivir en el barrio, no encuentran habitación.

Ninguno de los tres barrios están en el distrito centro de la capital y el más afectado, Tetuán, ni siquiera colinda con él, como sí ocurre en Salamanca y Embajadores.

“Las búsquedas de habitaciones en alquiler en algunas zonas se ha convertido en misión imposible para muchos estudiantes, que no encuentran alojamientos con las características ni los precios que buscan”.

Mariano Kostelec, co fundador y director del portal en España señala que “los precios y las características de las habitaciones son los principales causantes de esta falta de habitaciones”, ya que “aunque los barrios dispongan de alojamientos, éstos han incrementado sus precios generando una distorsión entre el precio de las habitaciones y la capacidad económica de los jóvenes para alquilarlas”.

El encarecimiento se expande hasta zonas hasta ahora asequibles para los jóvenes. El portal explica que son las grandes ciudades españolas las más afectadas por esta situación ya que “al final, barrios que normalmente son asequibles y disponen de habitaciones se convierten en zonas en las que es muy difícil encontrar un alojamiento a un precio razonable”.

“Durante estos meses de verano la demanda se dispara ya que miles de jóvenes nacionales e internacionales buscan alojamiento compartido para el próximo curso académico. Este incremento hace que en barrios habitualmente más económicos suban los precios, dificultando el acceso de los jóvenes al alquiler”.

También se da en Barcelona, especialmente en Eixample Esquerra, es el barrio en el que más cuesta encontrar una habitación en alquiler. De hecho, según los datos de Uniplaces, el 83% de quienes buscan alojamiento por la zona no lo consigue. Sants es el segundo barrio en el que más escasean las habitaciones, pues un 79% de los jóvenes que quieren alquilar por la zona no logra encontrar nada disponible. Por último, en el barrio de la Sagrada Familia, solo el 35%, de quienes buscan habitación en alquiler, la consigue.

Mientras, en Valencia, el barrio de El Mercat es el que menos habitaciones en alquiler tiene, ya que solo logran alquilar un alojamiento el 28% de quienes buscan por la zona. Cabanya y Ruzafa, son también barrios con escasez de habitaciones en alquiler. En el primero, el 68% de quienes buscan alquiler no lo encuentra, mientras que esta cifra desciende hasta el 63% en el segundo barrio.

La opción residencia

Hace unos meses la segunda edición del “Informe Residencias de Estudiantes” en España de la consultora JLL calculaba que había 473.254 estudiantes que necesitaban alojamiento en España para unas 93.600 plazas en residencias. De esta manera, toma fuerza el filón de las residencias para muchos inversores, impulsadas por los aumentos de precios en pisos compartidos..

Estas circunstancias sitúan a las residencias de estudiantes como uno de los activos de inversión con mayor potencial inmobiliario: las residencias generan una de las rentabilidades más altas del mercado, del 5,25%, junto a los activos logísticos (del 5,5%), y muy por encima de otros activos como locales comerciales (3,15%), oficinas (3,75%), residencial (3,75%) o centros comerciales (4,25%).

Según calculó JLL, los fondos para residencias universitarias se dispararon en 2017 hasta los 561 millones de euros desde los 50 millones del año anterior, unas once veces más.

Sin embargo, muchas de las nuevas residencias que florecen en los centros de las capitales, en manos de fondos que invirtieron en la época del ladrillo barato tras la crisis y que ahora revenden estos «activos alternativos», e han convertido en lujosos centros al alcance de pocos. En Madrid, algunas residencias cuestan hasta 1.900 euros por alojamiento y comida al mes.

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