Lanzamiento de misil
La escalada entre Israel e Irán alcanzó un nuevo nivel de violencia en la madrugada de este viernes, cuando ambos países llevaron a cabo ataques militares de gran envergadura. Israel lanzó la operación León Naciente contra supuestos objetivos nucleares iraníes, mientras que Teherán respondió con su propia ofensiva, denominada Verdadera Promesa 3, atacando infraestructura militar israelí. Los enfrentamientos representan un punto de inflexión que podría desencadenar consecuencias regionales e internacionales graves.
Israel lanzó varios ataques aéreos dirigidos a instalaciones estratégicas iraníes, incluyendo la capital, Teherán, y zonas donde se sospecha que se desarrollan actividades de enriquecimiento de uranio.
Las fuerzas israelíes confirmaron la muerte de al menos 20 altos cargos militares iraníes, así como de varios científicos vinculados al programa nuclear
Según fuentes militares israelíes, el objetivo de la operación León Naciente es evitar que Irán alcance el «punto de no retorno» en su capacidad nuclear, lo que supondría una amenaza existencial para el Estado judío.
Horas después de los bombardeos, Irán activó su operación Verdadera Promesa 3, lanzando una ofensiva con misiles sobre el centro de Israel, especialmente en la región de Gush Dan.
El portal israelí Ynet informó de al menos 41 heridos, dos de ellos en estado crítico, como resultado de esta ofensiva. El servicio de emergencias Maguén David Adom (MDA) contabilizó cinco heridos más en zonas periféricas
La respuesta iraní no solo afectó objetivos militares, sino que también provocó el pánico entre la población civil, forzando la activación de sistemas antiaéreos y refugios en Tel Aviv y ciudades cercanas.
Los ataques cruzados han dejado hasta el momento más de 90 muertos y 360 heridos en Irán, de acuerdo con fuentes locales. Las víctimas se registran principalmente en zonas residenciales, lo que aumenta la presión internacional sobre Israel respecto a la proporcionalidad del uso de la fuerza.
Las cifras totales ascienden a más de 130 víctimas mortales entre ambos países, en una jornada marcada por la violencia y el temor a una guerra abierta
La comunidad internacional observa con creciente alarma la evolución de este enfrentamiento. Organismos multilaterales y potencias como EEUU, Rusia y China han emitido llamados urgentes a la contención. Mientras tanto, crecen los rumores sobre una posible intervención del Consejo de Seguridad de la ONU.
Expertos advierten que esta escalada podría repercutir en toda la región, afectando a países vecinos como Líbano, Siria e Irak, y desestabilizando los mercados energéticos globales.
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