“Irlanda me ha hecho una oferta”: el nuevo destino de una médica que dejó las urgencias de Madrid

“Irlanda me ha hecho una oferta”: el nuevo destino de una médica que dejó las urgencias de Madrid

El caos organizativo en la apertura de las nuevas urgencias extrahospitalarias provoca las renuncias de profesionales sanitarios.

Estetoscopio

La implantación por parte de la Comunidad de Madrid del nuevo plan de urgencias extrahospitalarias está provocando que médicos y médicas hagan las maletas y busquen un futuro más allá de las fronteras de la región. Con el paso de los días aumentan las renuncias de estos profesionales sanitarios ante el caos y la incertidumbre provocados por este modelo. Este es el caso de Ciara Castillo, que pone rumbo a Irlanda.

Después de más de diez años trabajando en la sanidad madrileña esta médica se irá al extranjero. Así lo señala ella misma en declaraciones a EL BOLETIN, donde explica que se ha visto empujada a buscarse la vida ante el plan del Gobierno madrileño. En los dos últimos años Castillo ha trabajado en el Servicio de Atención Rural (SAR) de Torrelodones, puesto que le permitía la conciliación familiar, ya que tiene dos niños pequeños.

“Ese horario (de noche y en festivos) me venía perfecto por la conciliación”, destaca. Sin embargo, llegó el nuevo modelo de urgencias extrahospitalarias. Y con él, la incertidumbre para Ciara Castillo. La decisión del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso de abrir 80 dispositivos con el personal de 40 SAR y de los ya extintos SUAP despertaron los recelos de esta médica. “Mandé muchos correos a la dirección asistencial pidiendo información, porque me cambiaba totalmente mi estructura familiar”. Tal y como se puso de manifiesto, se modificaron destinos y horarios de un día para otro, con avisos en plena madrugada.

Ante los temores de Castillo de que esto iba a pasar, del caos organizativo que sume día a día a estas urgencias, decidió directamente renunciar. “Y creo que hice lo mejor”, asegura. “Tal y como estoy viendo, con todo lo que está pasando y los testimonios de los compañeros, he hecho lo mejor”, remarca. No obstante, esto le supone pagar ‘un precio’.

Ciara Castillo ha recibido una penalización de un año en la bolsa de empleo. No la llamarán para trabajar durante los próximos 12 meses, aunque duda que no se pongan en contacto antes con ella ante la evidente falta de profesionales sanitarios.

Que la Consejería de Sanidad le haya cerrado las puertas no ha preocupado a esta médica, quien ha encontrado más allá de España su nuevo destino laboral. “Irlanda me ha hecho una oferta de trabajo”, destaca Castillo, que empezará haciendo suplencias “para ver cómo se trabaja allí, ver si me gusta o no”. Frente a la “precariedad” de los contratos en la Comunidad de Madrid, en Irlanda “las ofertas económicas son mucho mejores, también la conciliación familiar”. Incluso, tiene sobre la mesa ofertas de contratos indefinidos.

A esto hay que sumar, continúa, que “das una atención como debe de ser y no estás agobiada por tener que ver 70 pacientes”. “Al final, ves bien a los 10 primeros, a partir del 15 o el 20 ya no los ves bien”, expone Ciara Castillo, que lamenta que el Ejecutivo regional siga haciendo oídos sordos a las demandas de los sanitarios. En especial, tras el Covid-19. En su opinión, a raíz de la pandemia “todo se agravó y salieron a flote esas deficiencias que la población comenzó a notar”. Problemas como la falta de recursos, tanto humanos como económicos. En su opinión, la Comunidad no hace atractivas las plazas, “no atraen a los residentes”, y “te encuentras que sales de la carrera, te llama una reclutadora de Canadá que te ofrece 120.000 euros al año con 30 pacientes al día y un contrato indefinido”.

El plan de Ayuso es un “despropósito total y absoluto”

Esta médica no entiende la manera en la que el Gobierno de Ayuso ha reabierto las urgencias extrahospitalarias. Entre otras cosas, por las consecuencias que tiene para las zonas rurales de la región. “No puedes dejar a gente de zonas rurales sin coberturas médicas”, censura Castillo, quien recuerda que hace unos años tuvo un caso de niño con un choque anafiláctico “que si en Torrelodones no llega a haber médico, como ha pasado estos días, ese niño no llega al hospital, se muere”.

“La excusa de que hay poca presión asistencial no puede ser, estamos ahí, no para que venga alguien con un catarro, sino para que cuando llegue algo importante podamos sacarlo”, incide esta médico. “Es como los bomberos, no les vas a quitar el trabajo porque en una noche no hayan tenido un aviso, la noche que lo hay ya justifica el trabajo”, defiende.

Así, denuncia la situación que se han encontrado todos aquellos sanitarios en los 80 nuevos dispositivos: desde la falta de instrumentos hasta ausencia de medicación o la suciedad. “Ha sido un despropósito total y absoluto, no puedes implantar un sistema sin ni siquiera tener dotación en esos centros, que llevan casi tres años cerrados”, afirma.

“Sospecho que más gente va a renunciar”

El paso dado por esta médica ha sido compartido por más de una veintena de facultativos, que también han renunciado en los últimos días, según datos de Amyts. Y pueden no ser los únicos. Según destaca Castillo, otros compañeros y compañeras se han puesto en contacto con ella para ver cómo lo hizo. “Sospecho que más gente va a renunciar y no solo de Medicina”. “También de Enfermería”, avisa, ya que “para una enfermera quedarse sola en un Punto de Atención Continuada (PAC) es asumir una responsabilidad que no le compete”. Y los riesgos están sobre la mesa.

De no solucionar esta situación, y la precariedad que sufren los sanitarios, vaticina un ‘negro’ horizonte para la región. “En Madrid como no se pongan las pilas y fidelicen a sus sanitarios se quedan sin médicos”, asegura.

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