La comunidad cubana afincada en Florida, de un carácter mayoritariamente conservador, ha acusado a los artistas de la Isla que visitan EEUU de ser parte de una estrategia orquestada por Raúl Castro para provocar y dividir a los cubanos residentes en suelo estadounidense.
Según informa el rotativo El Miami Herald, afincado en la ciudad de Miami y de una marcada tendencia anticastrista, los cubanos exiliados han protestado enérgicamente por las visitas de artistas e intelectuales que apoyan abiertamente el régimen cubano. El diario cita a Ninoska Pérez Castellón, comentarista de Radio Mambí y miembro del Consejo por la Libertad de Cuba, que afirma que “el concepto de que la música y los conciertos resolverán el problema de Cuba es absurdo y ridículo’’. “Me da asco que vengan aquí a cantar que están ‘gozando en La Habana’, mientras en esa misma Habana se están dando golpes en las calles a los opositores pacíficos’’, apuntó.
Pérez se refiere probablemente a las presentaciones en estaciones televisivas, clubes y teatros locales de la orquesta La Charanga Habanera y el Dúo Buena Fe, que durante esta semana desataron fuertes críticas en sectores de la comunidad exiliada. Otros artistas, como Omara Portuondo, Amaury Pérez Vidal y Juan Formell, firmantes de una carta de abril del 2003 respaldando el encarcelamiento y condena de 75 disidentes y periodistas independientes, así como el fusilamiento de tres jóvenes negros que intentaron secuestrar una lancha para venir a EEUU en una acción incruenta, también han sido objeto de fuertes críticas por pisar suelo norteamericano.
Restableciendo la política previa a la administración del presidente George W. Bush, la Casa Blanca volvió a permitir desde mediados de año los viajes de artistas, intelectuales y académicos cubanos a EEUU.
